Primera guerra mundial

Francia
Vivir en cadenas,
¡Cuan triste vivir!
Morir por la patria
¡Qué bello morir!
Mientras leía esté poema, pensaba que aquel poema intentaba plasmar sin éxito la verdad de una guerra, aquellas palabras no lograban describir una tortura como está, un limbo del que no se puede escapar, esperando una muerte, que se acerca como caballos ahuyentados por el Diablo.
Isaac Rancel, mayor deuna hermana, la única familia que le quedaba, ya que su padre había muerto de tuberculosis y su madre había fallecido en un accidente de coche. Él se había hecho cargo de su hermana, Ella Rancel, una hermosa criatura, diminuta y delicada como una muñeca de porcelana China. Se sentía responsable por todo lo que pasase con ella, era su responsabilidad y por ende siempre no importaba a que costó la ibaa cuidar. Pero había un problema tenía que partir a la guerra, ya que Alemania aún estaba atacando a Francia en las trincheras, llevaban 3 años en guerra y necesitaban más soldados. En la vida el dinero lo es todo, por dinero las personas hacían, cosas que por otra razón no harían y ese era un recurso que tenía de sobra, ya que su padre lo había ganado, podría decirse que no trabajando duro.Un lunes por la mañana había ido con su padre al “trabajo” a ver a la persona que más admiraba trabajar el negocio que en un futuro iba a ser para él, pero cuando lo vio se aterro. ¡Dios si era horrible! , El vendía mujeres, las vendía como si fueran basura, claro que no las vendía andrajosas y miserables, no él las educaba, les enseñaba a comportarse como chicas de familia noble, les vestía conlas mejores ropas, que exquisitas se veían, pero a que coste. Pasaban por una tarima para que las vieran, personas de dinero ofrecían levantando unas paletas de distinto colores y cada paleta significaba un precio distinto si tenían querían agregar más simplemente tenían que levantar dos o lo que quisieran y se las daban al mejor postor, como sí mercado de plaza se tratase.las chicas que vendíaneran huérfanas, algunas otras habían sido compradas en el mercado negro, se aseguraban de que nadie las pudiera extrañar para no levantar sospechas. No había sabido que pensar de ello; pero sí que su padre no le haría nada a su hermana. Poco después su padre enfermo de tuberculosis y falleció.

Iba a dejar a su hermana al cuidado del mayordomo, ya entrado en años, la nana que siempre lo habíacuidado a él, en su casa, mientras que el partía a la guerra haría lo que fuera por volver.
Sábado por la mañana, estaba listo para irse y se fue a despedir de su hermana
Ella, cariño me iré ya, necesito que me prometas que te portaras bien, que les harás caso a la nana y sobretodo que no andarás tonteando con nadie – le dije alborotándole el cabello
¡¡Ay Isaac!! No te marches por favor, te loruego. Te lo prometo por supuesto que te lo prometo, pero me tienes que prometer tú a mí que regresaras sano y salvo, por favor.- Dijo ella llorando
Por supuesto que regresare o que pensabas tú, ¿qué te ibas a librar tan fácil de mí?, anda deja de llorar, que me voy ya.- un ligero abraso y desaparezco por la puerta


Me subo al tren que me lleva muy cerca a donde tengo que ir. Cuando llego meencuentro al capitán fontana en la base quien me dice que podré estar con él para que nada le pase y no tener que ir con él a las trincheras, sólo si se necesita. Con el transcurso del tiempo baja las guardias y yo también nos hacemos amigos, casi confidentes el me cuenta de su vida, tenía una novia a quien asesinaron en el pueblo y el quiso vengarla por eso se alisto, yo le cuento de mí hermana yhasta un poco del desvergonzado trabajo de mí padre.
Jueves por la tarde en la base atacan unos soldados Alemanes yo me dedico a cubrirle la espalda a Fontana, pero en un momento se nos abalanzan varios alemanes yo logro asesinarlos pero le dan un tiro de gracia a el capitán por lo cual cae al suelo, cuando acabamos con todos los alemanes, voy a por el capitán quien está muerto en el piso. Me...