Primero la gente
F. Javier Limpias Ch.
Ex constituyente de la República
La crisis de los partidos tradicionales desarrollada en los últimos años fue un claro síntoma del malestar ciudadano conese sistema de representación cerrado a la participación y basado en la democracia cuoteada.
Sin embargo, las opciones surgidas de la implosión de dichos partidos no han sido capaces de construiruna nueva gobernabilidad e institucionalidad política que pueda canalizar las expectativas de gestión pública de la sociedad civil, sino que han llevado al país a un escenario crítico para su Estado deDerecho y para la convivencia pacífica.
En uno de los casos, el del partido actualmente en el gobierno, el vacío de poder dejado por la crisis sistémica está siendo llenado por un proyectohegemónico-autoritario, que pretende la centralización absoluta del capital estatal y que por lo tanto tampoco responde a la demanda ciudadana de participación, sino que apenas la instrumentaliza de manerademagógica para la construcción de una nueva clase burocrática dominante.
En el caso de las restantes fuerzas surgidas luego de la crisis, éstas han sido incapaces de convertirse en algo más que merasalianzas electorales. Fruto de ese carácter provisorio, se han mostrado altamente volátiles y estarían a punto de desaparecer.
Tanto el oficialismo como la oposición reprodujeron en su interior elfallido esquema de organización centralista de los antiguos partidos, sin reflejar la realidad de los nuevos actores y escenarios regionales.
Si la crisis de los partidos tradicionales se inició con unademanda implícita de mayor democratización, hoy nos encontramos, como resultado paradójico de ese proceso, ante el riesgo de la desaparición misma del sistema democrático.
Por lo tanto, un nuevoinstrumento debe nacer de una reforma política integral, con el objetivo principal de darle más poder a la gente, al ciudadano, en el entendido que el verdadero cambio debe construirse de abajo hacia...
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