Princesa

Una crecida del río Tomebamba en abril de 1950 marcó parte de la historia de Cuenca, pero también dio paso a un sitio emblemático de Cuenca: el Puente Roto.Los primeros datos oficiales de este lugar corresponden al siglo XVI cuando en 1596 una pasadera conectaba las dos orillas del río Tomebamba, en reemplazo de un puente de cal que fue destruido por una crecida. Esta no fue la única crecida quemarcó la historia de Cuenca. Conocido en un principio como el puente de Todos Santos, los datos señalan que la construcción de la estructura que todavía existe, empezó en 1849, aunque la fecha exacta no está clara, pero se considera que su edificación se dispuso en la presidencia de Vicente Rocafuerte.Para el antropólogo e historiador cuencano, Claudio Malo, “el puente de Todos Santos, como sellamaba al ahora  Puente Roto, era más que un simple cruce del río”.  Según Malo, el puente unía dos áreas de la ciudad, el Centro Histórico y la nueva urbe que empezaba a extenderse por el sector de El Ejido y hacia el sur. “Por el puente transitaban autos, pero sobre todo carretas y animales. Esa función la prestó hasta el desbordamiento del Tomebamba en1950”, recuerda Malo.El Puente Roto es depiedra y ladrillo, y aún cuenta con una pequeña escalinata elaborada con los mismos materiales, que conecta la infraestructura con el barrio de Todos Santos.Según Malo, al final de la pasarela se encontraban espacios urbanos con cierta marginación pues la ciudad en cierto sentido terminaba a orillas del Tomebamba.Pero tras la inundación de abril de 1950, que conmocionó a los entonces 20 000habitantes de la ciudad y que destruyó parte del puente de Todos Santos, el sitio empezó a vivir una nueva etapa.La tragedia quedó en la historia y el puente resultó inservible para su función original. De punto de unión pasó a ser un atractivo. Eulalia Coéllar, vive en la calle Larga, junto al puente, desde hace 40 años. Ella  asegura que este es un lugar para la inspiración y para la distracción depropios y extraños. “Su belleza arquitectónica llama la atención, además es un sitio romántico”. Otro morador del sector, José León, de 53 años, cuenta que a su tienda siempre llegan turistas que preguntan por el puente. “Allí, se toman fotografías mientras lo recorren”. Él agrega que es un sitio emblemático del barranco del Tomebamba donde   las manifestaciones artísticas están presentes.Como ejemplo está la Asociación de Artistas Plásticos del Puente Roto, que tiene su sede en una antigua casa contigua a este puente. Sus miembros realizan exposiciones periódicas en tres arcos  del puente, especialmente en  abril y noviembre en las fiestas de fundación e independencia.Para Miguel Illescas, presidente de la Asociación, se escogió el sitio por ser una fuente de inspiración  para compositores,pintores y artistas, “por sus condiciones paisajísticas es un lugar hermoso”.Como anécdota recuerda que hace algunos años un pintor argentino  dijo “que ni mandando a hacer se lograría tanta armonía entre el espacio y la naturaleza”.A menos de un año de que Cuenca cumpla 450 años de fundación  (abril de 1557), el Puente Roto se mantiene como un ícono. “Los cuencanos debemos estar orgullosos de estelugar y de habitar en una ciudad no improvisada sino en una que se ha forjado en más de cuatro siglos de historia”, señala el historiador Malo.
a ciudad de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, está situada entre los 2.350 y 2.550 metros sobre el nivel del mar. Ubicada sobre una gran planicie en la cordillera de los Andes, ocupó el mismo sitio que una vez lo hicieron las capitales de las nacionescañari e inca.
El lugar en sí lo constituyen un sistema de terrazas o placas de terreno, 4 en total, que le brindan un toque de relieve a la ciudad que en su mayoría se la puede considerar como plana, rodeada siempre por montañas.
Estas terrazas son bañadas por varias corrientes de agua en donde destacan los 4 ríos que le dan su nombre a la ciudad: el Machangara más hacia el norte, el Tomebamba...