Principio De Novela

Prólogo.

Solo una mirada

España es hermoso, definitivamente lo es, al menos para las personas que vienen como turistas. Para los que vivimos aquí… no es todo tan perfecto. Seguro, como todos los países tienen cosas buenas, pero también tiene muchas malas, que no siempre salen al aire. Incluso para mí que vengo de una familia de empresarios exitosos, las cosas no han ido tan bien comodeberían.
Estaba recorriendo las calles de mi ciudad natal, Madrid, cuando algo llamó mi atención. Bueno, no exactamente algo… un grupo de personas, probablemente diez o doce. Eran diferentes, definitivamente extranjeros, pero ¿de dónde? Había viajado a muchos países de Europa, y nunca había visto algo como ellos.
Todos eran chicos y chicas jóvenes, más o menos de mi edad. La mayoría de ellos teníanla piel morena. Algo que no se veía mucho por aquí. Me causaban mucha curiosidad, y ya que se veían un poco desubicados, decidí acercarme.
—Chicos, ¿que estáis buscando? —pregunté, metiendo mis manos en los bolsillos, como siempre hacía cuando estaba nervioso. Uno de los chicos se adelantó, parecía ser el líder del grupo.
—Emmm, hola, si, queremos llegar al… ¿museo de historia?
Asentí, y leshice una señal para que me siguieran. En realidad estábamos bastante cerca. Ellos caminaron detrás de mí en una formación ordenada, mientras tomaban fotos… muchas fotos. Llegamos al museo en cinco minutos aproximadamente. Pensaba irme a seguir con mis asuntos, pero luego recordé que no tenía asuntos realmente, así que decidí quedarme.
Ellos se dispersaron totalmente, viendo las pinturas yesculturas, la mayoría riéndose de bromas que hacían referente a cualquier cosa. Un grupo de cuatro chicas se acercó a mí.
—¿Necesitan algo? —ellas se rieron, no sabía qué era tan gracioso pero les sonreí… tal vez de donde ellos venían ésta era la costumbre.
Una de las chicas se acercó a mí, tenía el cabello rubio (obviamente no natural), éste le caía hasta la mitad de la espalda, tenía lindos ojosmarrones oscuros y una piel morena, como la de la mayoría de las personas que estaban allí. Tenía un cuerpo muy lindo, eso no podía negarlo.
—Solo queremos saber si por aquí hay… no lo sé… ¿un lugar donde podamos tomarnos una taza de café?
No pude evitar soltar una carcajada, estaba invitándome a salir. Me disculpé con ella, y fui a otro lugar, para tratar de no reírme como desquiciado.
Al cabode algunas horas, me di cuenta que en realidad no estaba haciendo nada útil, así que caminé hacia la salida del museo. Justo antes de irme di un último vistazo a ese grupo de extraños extranjeros, parecían desenvolverse bastante bien.
Una de las chicas del grupo de las cuatro que me hablaron antes me llamó bastante la atención, era algo diferente al resto, físicamente hablando, tenía piel morena,igual que el resto, pero era de un tono más oliváceo, su cabello era castaño natural y brillante, su cuerpo era muy lindo, pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos. Eran de color verde esmeralda, muy hermosos y se veían exóticos por el contraste que hacían con su piel.
Se veía muy extrovertida, siempre a un lado de la chica de cabello rubio falso. Una de las otras chicas, de piel másoscura que el resto le susurró algo al oído, y ella me miró justo a los ojos, por un momento pensé que mi corazón no estaba latiendo. La chica apartó la mirada un segundo, les susurró algo a sus amigas y caminó hacia mí.
—Entonces, ¿qué pasa contigo? ¿Por qué me miras tanto?
—Yo… ummm… eres una tía muy guapa.
—¿Qué clase de piropo es ese?
—¿Disculpa? —ella giró los ojos y se puso las manosen la cintura.
—Un halago, ¿Qué clase de halago es ese?
—Oh… yo… supongo que no lo sé.
—Sí, supongo que no lo sabes. Bueno… tienes dos opciones, o dejas de mirarme, o… nos invitas un café, a mí y a mis amigas. —no pude evitar sonreír.
—Vale, tomemos un café.

Capítulo 1.
¡Sorpresa!
Hacía algún tiempo que habíamos vuelto de nuestra gira por Europa. Los países que me gustaron más fueron...