principito critica
La adaptación para la escena de El principito no excluye ninguna de las citadas interpretaciones, pero invierte el sentido del viaje, lo que nos permite abordar la cuestión desde otra perspectiva. Lo que en Saint-Exupéry es un viaje de iniciación, como lo fue el del Candido de Voltaire o el Cambicio de Nieva, aquí es de despedida. En efecto, el principito,que, ya no es un niño, sino un anciano que carga con una vieja maleta, prepara su retorno hacia un firmamento salpicado de estrellas. Lo hará en bicicleta voladora acompañado por el aviador. Nos dice adiós para siempre dejándonos un mensaje claro, que alivia nuestra tristeza y nos emociona. Puesto que su destino no es lo desconocido, sino el lugar en el que habitó antes, lo emprende sin miedo.Sabe, y nosotros lo adivinamos, que, a su llegada, no encontrará tinieblas, sino un espacio lleno de luz. Nos ofrece así una mirada amable y tranquilizadora sobre la muerte.
Esa alusión a la muerte nos remite al universo becketiano, en especial al de Esperando a Godot y Final de partida. Es un parentesco que no estableceríamos en el relato del escritor francés, pero que vemos con meridiana claridaden esta representación escénica. También está presente el mundo del circo. Nos lo recuerda el círculo de tela que recrea la pista en la que actúan los artistas. La vestimenta, el maquillaje y la gesticulación de los actores convierten a los personajes en entrañables clowns. En ese escenario y de esa guisa, muchos de sus diálogos y acciones son propios de los espectáculos circenses. Aquellosplantean situaciones absurdas que, al tiempo que arrancan sonrisas, producen cierta tristeza. Estás incluyen intercambios de ropa entre los personajes; empleo de disfraces que permiten al que hace de aviador transformarse en flor y en otros seres y objetos que aparecen en el relato; y números realizados sobre bicicletas que giran alrededor de la pista simulando un vuelo sin que las ruedas despeguen delsuelo.
Para hacer realidad esta función mágica, José Luis Gómez ha solicitado el concurso del italiano Roberto Ciuli, director del Theater an del Ruhr, del que conocemos su puesta en escena de Kaspar, de Handke, representada hace un año en La Abadía. La elección quedaría sobradamente justificada por su prestigio en la escena europea, pero el motivo principal es que hace algunos años protagonizósu propia versión del texto de Sain-Exupéry, la cual entusiasmo a Gómez. Ignoramos si la que ahora se ofrece difiere mucho de aquella. Lo que sí sabemos es que en ambas está muy presente la biografía del escritor francés, que retrata una infancia feliz, su vocación aventurera, la decisión de ser piloto y un sinfín de episodios amargos difíciles de imaginar en quien fue capaz de crear una...
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