Prisión, Crepusculo de una era

PRISIÓN CREPUSCULO DE UNA ERA

El conocimiento de diversos sistemas penitenciarios del autor lo autoriza para realizar reflexiones acerca de la melancólica y perversa realidad de Brasil, cuyos problemas comunes, estructurales, administrativos y jurisdiccionales, resultantes de la incuria, de la falta de compromiso, de la ausencia de políticas públicas, han sido profundizados, en el curso dedécadas, sea por el Estado que, en general, no demuestra voluntad política en dar cumplimiento a  las leyes y superar los dramas de la prisión, sea por la comunidad, cómplice en el desprecio a los reclusos, marginados, analfabetos, ignorantes de sus derechos, casi siempre sin recursos para pagar fianza o una defensa jurídica adecuada.

En el primer capítulo hace una retrospección imprescindiblepara comprender la pena privativa de libertad así como hoy se presenta. Podemos ver, que su función, su meta sufrió cambios a lo largo del tiempo. Si en el inicio la finalidad era sólo de retención, de custodia, pasó a ser vista como pena propiamente dicha, como retribución, con valor intimidativo y sentido correccional. La propuesta de penitencia perdió el significado, en ella no más se piensa.Funciones de la pena:

1. Retribución – Como castigo;
2. Intimidación – Como función;
3. Resocialización - Como instrumento; e
4. Incapacitación - A través de la clausura

Uno se sorprendería al visitar una cárcel superpoblada, promiscua, inmunda, como las de Brasil, de las cuales el autor toma como referencia para su estudio, especialmente teniendo en cuenta que en todas las constitucionesbrasileñas, sin excepción, hicieron referencia al presidiario y a las prisiones y desde la de 1824 ya prescribía, en su artículo 179:
“Las cárceles serán seguras, limpias y bien aireadas, habiendo diversas casas para separación de los reos, según sus circunstancias y naturaleza de sus crímenes”

En verdad, se puede decir que esas mansiones del oprobio, representadas, con altos muros quesimbolizan, una violenta barrera que separa la sociedad de una parte de sus propios problemas y conflictos, y donde medra la maleza del jardín de los vicios y afloran actos innombrables.

Su tesis radica en demostrar que el endurecer las leyes penales, apostando en su presunto poder disuasivo, llamada prevención general negativa, es el camino elegido por innumerables países para frenar lacriminalidad. Nos demuestra que Brasil no es una excepción, son decenas los proyectos de ley en trámite en el Congreso Nacional a efectos de implantar la pena de muerte, reducir la edad de la responsabilidad penal y tornar más severas las penalidades.

“…Prisiones donde están encerradas miles de personas, sin ninguna separación, en absurda ociosidad, carentes de asistencia material, a la salud, jurídica,educacional, social y religiosa; prisiones infectas, húmedas, por donde transitan libremente ratones y cucarachas y la falta de agua y luz es rutinaria; prisiones donde viven en celdas colectivas improvisadas decenas de reclusos, algunos seriamente enfermos, como tuberculosos, leprosos o con SIDA; prisiones donde bandas controlan el tráfico interno de la marihuana y la cocaína y firman sus propiasleyes; prisiones donde está en vigor un código arbitrario de disciplina, con apaleos frecuentes como método de obtener confesiones; prisiones donde se conservan las "sordas', es decir, celdas de castigo, expresamente prohibidas, en las cuales los presos son recogidos por tiempo indefinido, sin las mínimas condiciones de ventilación, insolación y condicionamiento térmico, prisiones donde reclusospromueven la masacre de colegas, so pretexto de llamar la atención para sus reivindicaciones, prisiones donde muchos aguardan juzgamiento durante años, mientras otros son mantenidos por tiempo superior a la sentencia o, aunque absueltos, siguen presos por olvido del juez, que no les providencia la orden de libertad; prisiones donde los recién ingresados, que deberían someterse a una observación...