Privatizacion de carceles
La privatización del sector carcelario ha convertido al delito en un valor en alza. Las consecuencias de este fenómeno no pueden ser más nefastas: violación de los derechos humanos y condiciones de vida contrarias a la dignidad de las personas presas. La lógica del mercado (mayor beneficio y menorcoste) se impone en la progresiva delegación de los instrumentos represivos por parte del Estado. No obstante, en algunos países existe una gran cruzada por parte de los sectores políticos mas conservadores por implantar este modelo que, entre otras cosas, produce una peligrosa disociación entre Administración-garante y ciudadano privado de libertad. Es probable que el futuro depare la absolutaprivatización carcelaria, algo que en el Estado español ya sucede a través del trabajo productivo penitenciario. La tesis acerca de la "estupenda viabilidad de este sistema de gestión privada de las prisiones" que se basa en un hipotético ahorro y una mejora en el interior de las cárceles, se encuentra sustentada en un conjunto de mitos, mientras la realidad es bien distinta...
La universidad deCincinati, en 1999, efectuó un detallado estudio en torno a las cárceles norteamericanas de carácter privado. Los resultados no podían ser más tajantes: las cárceles privatizadas en absoluto suponían un ahorro al erario público. Quizás, la razón que señalaba el supuesto ahorro venía por otro lado, esto es, la precariedad de salarios para funcionarios de prisiones contratados por empresas privadascomparados con los de funcionarios públicos dependientes de la propia Administración estatal.
En efecto, en 1998 el Estado de Tenessee encargó un estudio sobre la viabilidad económica al contar con cárceles gestionadas por empresas privadas. Dicho estudio, a pesar de prácticamente no recoger diferencias significativas, reflejo que se ahorraba en torno a un 2% en concepto de salarios a diferencia de losempleados estatales, cuyos ingresos eran mayores.
Así, hemos llegado al "mercado del delito", en el que la privatización de las cárceles y, en definitiva los beneficios en torno a idea de preso=cliente potencial, ha otorgado un carácter frenético por parte de compañías al objeto de hacerse con este nuevo horizonte. El mercado no conoce límites.
Realmente, la razón en torno al coste de una prisiónradica en los medios de seguridad empleados y su tecnología, el tamaño de la misma -que supondría mas personal o mas áreas de estricta vigilancia- los servicios existentes y la antigüedad de la prisión.
Por otro lado, las compañías interesadas en la adjudicación de un contrato para gestionar una cárcel realizan sus estimaciones según un año fiscal, lo que suele suponer un reflejo poco real de losreales costes, una ficción que situa la balanza económica del lado de las empresas interesadas. En este sentido, cárceles como las del condado de Monroe (Florida), en concreto la de Wacknhut, en febrero de 1990 asume el control una empresa privada, pero rápidamente pidieron ayudas adicionales para la contratación de mas personal recurriendo a la financiación pública lo que hizo que el contrato serompiese.
Del mismo modo, las cárceles privadas se encuentran con un costo añadido; el coste que supone reprimir motines o capturar a fugitivos. Recientemente, se han empezado a exigir que las compañías paguen al Estado los costes que supone la búsqueda y captura de un preso fugado o la ayuda por parte de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para aplastar revueltas internas en las cárceles.Los costes aumentan, pero son intentados minimizar.
El Estado de Texas es el lugar de EEUU con mayor número de cárceles gestionadas por empresarios. Desde la década de los ochenta, se inicia una espiral en la concesión de contratos a empresarios y compañías. No obstante y como cualesquiera otras operaciones mercantiles, los empresarios han comenzado a exigir unos límites concretos y unos mínimos...
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