Problemas sociales...
Si nos situamos desde otra mirada, podemos “desnaturalizar” cualquier problema,suponiendo que no hay problemas “naturales” (más allá de la situación objetivos de los actores), sino que la emergencia pública de un problema responde a la construcción que ha sido realizada por aquellos actores que poseen la capacidad de tematizar públicamente esas cuestiones. Dicho de otro modo, desde esta perspectiva, no cualquier asunto que afecte a una parte de la población podrá adquirir el estatusde “problemas social”, sino sólo aquellos que sean el resultado de construcciones sociales, de procesos de producción de sentido, movilizados por actores legítimos, o por aquellos que han forjado (o forzado) una legitimidad pública.
Por otro lado, ¿qué es un “problema de conocimiento”? Aquí las complicaciones son aún mayores. Desde un punto de vista epistemológico, se puede tratar, por ejemplo,de lo que Thomas Kuhn llamó “resolución de enigmas”, actividad cotidiana y medianamente rutinaria inscripta en el funcionamiento de los paradigmas. Un problema de conocimiento es aquello que, bajo el imperio de un conjunto de grandes principios o dogmas organizadores, necesita ser develado, explicado, “descubierto”. Simplificando mucho el argumento, se puede decir que la mayor parte de losabordajes epistemológicos se sustentan en el principio de autonomía del campo científico, donde la definición y el establecimiento de qué es problemático depende de aquello que está determinado por los objetos del mundo físico y natural y el avance del conocimiento (perspectiva positivista). Lo mismo vale para la perspectiva de matriz sociológica donde los objetos de indagación están determinados por ladinámica del campo científico/comunidad en cuestión (por ejemplo, en la perspectiva Pierre Bourdieu).
Hasta aquí, el universo de los problemas sociales y el de los problemas de conocimiento científico parecen pertenecer a esferas separadas sin ninguna vinculación necesaria. Aunque en la actualidad existe una fuerte presión por parte de los gobiernos de los países desarrollados –imitada por lospaíses periféricos- para dotar a los conocimientos de una utilidad social (y económica), la relación entre ambos es de larga data: cuando el rey de Inglaterra creó la Royal Society e invitó a Newton a instalarse allí en el siglo XVII, ya estaba planteado que financiar la investigación de la naciente ciencia moderna requería como contrapartida la generación de conocimientos “útiles” para dichasociedad.
La noción de utilidad social es compleja, naturalmente. Por un lado, porque no depende sólo de un actor-productor de conocimientos, sino también de aquellos otros que habrán de transformarlo y distribuirlo socialmente; es decir, de una trama social que esté en condiciones de apropiárselo. Pero también porque la dinámica de la ciencia no responde a patrones completamente previsibles, y...
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