procesal civil

LA INDEPENDENCIA Y LA UTOPÍA DE SIMÓN BOLÍVAR
HERMANN PETZOLD-PERNÍA

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Las utopías no son a menudo más que
verdades prematuras.
(LAMARTINE)

No dura sino lo que es susceptible de
varias interpretaciones.
(CIORAN)

I

Durante los últimos años, el concepto de soberanía de los Estados ha venido
sufriendo progresivas limitaciones que exigen una nueva comprensión einterpretación
de las relaciones inter e intraestatales, dado que a la vez que los vínculos económicos y
financieros y las telecomunicaciones se mundializan -acompañadas con la simultánea
aparición de una heterogénea gama de opositores, violentos unos, pacifistas otros-,
surgen también nuevas relaciones de subordinación entre los gobernantes y gobernados
en todos los Estados del orbe, en las que juegan unsignificativo rol la doctrinas
contemporáneas sobre los derechos humanos fundamentales, promovidas en el seno de
la comunidad internacional. Luego, considero que América Latina –y dentro de ella
Venezuela- no puede ni debe ser ajena a los acontecimientos y fenómenos arriba
indicados, que interpelan a todos sus habitantes, máxime que vivimos en una época en
que las principales ideologías quedominaron las mentes y los corazones de millones de

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hombres y mujeres a finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX e inspiraron la
instauración de varios regímenes políticos y sistemas económicos, algunos de los cuales
sumamente opresivos, han aparentemente muerto o al menos han sido abandonadas en
el desván de la historia. Es así, entonces, que a partir y teniendo presente esecontexto,
que queremos reflexionar sobre el proceso de emancipación de Venezuela de la
metrópoli

española,

transcurridos

doscientos

años

después

de

su

inicio,

fundamentándonos en un análisis sucinto de las opiniones de Simón Bolívar en torno a la
independencia y sus proyectos de institucionalización de los nuevos Estados
hispanoamericanos, a sabiendas de que son lasconcepciones políticas de un hombre
que murió al final de la tercera década del siglo XIX, pero que con su pensamiento y sus
acciones, en menos de veinte años, cambió radicalmente, bajo su liderazgo, durante el
transcurso del primer tercio

del siglo XIX, el rumbo de la historia de la América

meridional, y, por ende, del mundo, ya que contribuyó, en forma decisiva, a que millones
de sereshumanos tuviesen el derecho de acceder al ejercicio de los derechos humanos
fundamentales en el ámbito de los seis nuevos Estados en que se constituyeron,
después de su muerte, las naciones por él liberadas del yugo colonial español. En
especial si tenemos en cuenta que al elaborar sus proyectos constitucionales, su
principal preocupación fue encontrar un régimen político que, a la vez que seadecuara a
las condiciones políticas, económicas, sociales, étnicas y hasta ecológicas presentes en
los países recién independizados, garantizara la estabilidad política y el respecto de las
libertades públicas fundamentales.
Es

indispensable

señalar

que

los legisladores

de

los

nacientes

Estados

hispanoamericanos, desde los mismos inicios de la emancipación -eincluso antes de

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que se consolidara el proceso de la independencia- pensaron –y obraron en
consecuencia- que dichos Estados serían democráticos y gozarían de regímenes
políticos en los que regiría el imperio del derecho, si tenían constituciones, inspiradas en
la de Estados Unidos o en la de Francia, por ejemplo, para garantizarlo; que los
derechos humanos serían respetados, si eranconstitucionalmente reconocidos, y que la
vida económica y social de cada uno de nuestros países sería efectivamente regulada
por los códigos y demás leyes importados y copiados de ordenamientos jurídicos
europeos. Pero, evidentemente, no sucedió así, como lo demuestra la agitada historia
latinoamericana durante el transcurso de los siglos XIX, XX y el actual, ya que las
disposiciones de esas...