Procesos educativos
(Ensayo sobre el proceso educativo
desde los enfoques centrados en el aprendizaje[i])
Mtro. René Gerardo Michel Padilla
Guadalajara, Jalisco, México, 01 de junio de 2010
Existen varias maneras de explicar qué es un proceso educativo. El modo más fácil de hacerlo es referirnos a él, primero, con base en la experiencia,y después, a partir de la lectura de textos especializados sobre el tema en cuestión: en el ensayo que a continuación presento se halla mi comprensión del proceso, o más bien, los procesos educativos en que he participado desde los roles, tanto de aprendiz como de enseñante, así como del de estudioso incipiente acerca de asuntos relacionados con las formas en que se transmite o se adquiere elconocimiento.
Mi preparación inicial, así como mi formación media y superior se dieron desde mediados de los años setenta, toda la primera década de los ochenta y parte de la de los noventa. Durante los diecisiete años que duró mi preparación académica, que culminó con la obtención de mi grado de licenciatura, creo que, predominantemente, participé en sólo un proceso educativo que secaracterizaba por un conjunto de prácticas que a continuación relato: el profesor asumía un papel protagónico y los alumnos uno pasivo: los estudiantes tomábamos notas en clase, leíamos diversos textos sin emplear ninguna técnica para abordarlo –nuestro subrayado era línea y por lo tanto inútil, ya que no marcábamos palabras clave ni mucho menos destacábamos lo esencial de lo secundario–; asentíamos –muchasveces sin entender– a lo que el docente explicaba, mientras que la clase giraba en torno a la exposición que la maestra o el maestro hacían. Los trabajos académicos que realizábamos sólo eran calificados con palabras vacías como: bien, muy bien, excelente o mal, pero jamás a estos vocablos los acompañaba alguna explicación sobre la razón de ser de tal juicio y que a su vez nos permitieracomprender en donde había radicado la falla o el acierto, y así era no sólo con nuestras tareas sino que sucedía igual con nuestras exposiciones en clase que se circunscribían a la lectura atropellada de algunas líneas frente al grupo sobre el tema en cuestión. Tema que muchas veces dominábamos por tanta repetición, misma que se convertía en una memorización estéril porque adolecía de comprensión: podíamosrecordar lo que habíamos aprendido durante el examen, pero no en otro contexto, simplemente porque en otro espacio distinto al de la escuela estos conocimientos carecían de sentido. Simplemente, baste decir, que llegamos a aborrecer la lectura de cualquier tema por el simple hecho de tratarse de una actividad escolar: leíamos por obligación más no por gusto, debido a que el placer de leer oestudiar no nos era compartidos por nuestro profesor en turno. A los alumnos no nos dejaban ser creativos ni tomar decisiones, porque las actividades que desempeñábamos debían estar controladas por el docente quien se limitaba a dar instrucciones e imponer sus propios criterios que eran, por cierto, irrebatibles.
Por otra parte, el contexto social, familiar y escolar, de la época en queestudié, era predominantemente cerrado y sin la presencia, tan avasalladora, que hoy presentan el mundo de la informática y las telecomunicaciones; nuestra forma de trabajar en el aula, en más de un sentido, era mecánica, como lo fue nuestro sacapuntas y nuestra máquina de escribir, lo que significa que nuestro proceso educativo se hallaba circunscrito a actividades estrictamente manuales eindividuales, tanto dentro como fuera del salón de clases.
El modelo en que fui formado, según el contexto arriba expuesto, hoy ha perdido su vigencia, porque como lo señala Ofelia Ángeles Gutiérrez la formación que asumía el modelo tradicional en la escuela se hallaba limitada “al espacio escolar, en donde los estudiantes consumen cierta información –en ocasiones obsoleta– y adquieren habilidades...
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