A lo largo del tiempo, ocurrida por la reproducción diferencial de los individuos más aptos para un ambiente determinado, razón por la cual todos los factores e interaccionesdeterminan cuáles de estos pasarán sus genes a las siguientes generaciones. De este modo, tanto los flujos de energía como los ciclos de nutrientes tienen una influencia decisiva enlos procesos evolutivos, pues al ser capaces de favorecer o perjudicar a distintos seres vivos afecta también su aptitud natural para reproducirse. Vimos en el primer capítulodos ejemplos de actividades humanas que han impactado el ambiente de tal modo que han provocado que las especies no tengan tiempo de adaptarse, llegando a veces a la extinción. Enel caso del Ecuador, un país con abundante biodiversidad, resulta todavía más delicado el equilibrio necesario no solo para la evolución, sino para el mismo mantenimiento de lasespecies que aquí han evolucionado, pues la evolución de algunas de estas ha dependido de situaciones muy particulares, como ha sucedido por ejemplo en Galápagos, donde la evoluciónse hizo evidente a los ojos de Darwin. Esto no implica en modo alguno que se trata de un proceso ajeno el resto del planeta como resultado de millones de años de evolución, sinoque en Ecuador, al reconocer como parte de los DDN su derecho a que se respete los procesos de evolución, debemos reconocer y comportarnos como herederos y guardianes de unpatrimonio genético invaluable. Así, al incidir en estos procesos evolutivos estaríamos faltando nuestro deber de respeto integral a los procesos evolutivos, que se encuentranexpresamente amparados por la norma constitucional.1
1 Prieto, J. (2013). Derechos de la naturaleza. Quito-Ecuador: Centro de Estudios y Difusión del Derecho Constitucional. p.130
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