profecionalismo
reflexiva se ha usado para disfrazar lo que ya hacemos con un nuevo lenguaje, en lugar de inspirarnos a hacer algo diferente y mejor. El acto de pensar no es nada nuevo. Una reflexión profunda que conduzca a nuevas ideas y a mejoras en las prácticas es
más rara.
Corno eslogan, 1a práctica reflexiva se asemeja a1 trabajo en equipo. Si bien unánimemente se le atribuye un solo signiñcado acordado, en realidad tiene muchos. Hay formas débiles de la reflexión aSí como hay formas fuertes. Es engañoso hablar de ellas como si todas signiñcaran lo mismo. Por' lo tanto, cuando defendemos la reflexión del docente deberíamos hacerlo en forma clara
y sensata, no superñcialmente. La pregunta clave que necesitamos plantearnos es ¿qué cîases de reflexión existen y cómo nos pueden ayudar? La gran mayoría de los maestros reílexionan de alguna manera en y sobre su práctica. Pero esta forma de la práctica reñexiva eS débil. Las versiones más fuertes, de propósito más inquisitive, que llevan a mejoras más profundas, son
mucho más escasas. Hay tres dimensiones de 1a práctica yeflexiva que muchos maestros pasan por alto y que aquí merecen cierta
atención. En primer lugar, cuando los maestros reflexionan en y sobre su práctica, generalmente lo hacen con informa» ción limitada. La mayor parte de sus pruebas sobre cómo actúan y han actuado se basan en sus propias presiones'personales recogidas en los
acontecimientos inqú'i'etantes y aun vertiginosos de la vida del aula. Si bien estos juicios e impresiones son indudablemente útiles,_no constituyen una base lo bastante sólida para la mejora; Por ejemplo, los maestros podrían hacer un uso más eficaz de la
realimentación de sus alumnos. Estos son` una fuente importante y menospreciada del desarrollo docente (Thiessen, 1991). Si fuéramos más concienzudos en recoger testimonios de los alumnos, tendríamos mejores indicios acerca de qué y cómo mejorar. ...
Regístrate para leer el documento completo.