Profesional-Enfermeria
PERFIL PROFESIONAL DE LA ENFERMERA ESCOLAR
APROBADO EN GANDÍA (VALENCIA) EL 30 DE OCTUBRE DE 2009
AUTORES: Mª Del Mar Ortiz Vela. José Antonio Ávila Olivares. Fernando Fernández Candela. Yolanda García‐Caro Martín. José Luís Medina Moya. Federico Juárez Granados. Ana Balboa Navarro. Alicia Carmona Moreno. Elvira Marqués Aguilar. Pilar Palomares Díaz. Jose Luís Piera Gomar. COLABORADORES: Todos los miembros del Grupo “Enfermería en Salud Escolar” (ENSE) de CECOVA. Asistentes al Foro de Debate celebrado el 30 de Octubre durante el II Congreso Nacional de Enfermería y Salud Escolar.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad nos enfrentamos, dentro de la comunidad escolar, a nuevos problemas de salud difíciles de abordar sin la ayuda de profesionales de la salud. La integración de niños y niñas con enfermedades como espina bífida, asma, diabetes, procesos epilépticos o determinadas alergias, además del ya conocido aumento del consumo de algunas drogas, el incremento del porcentaje de obesidad infantil y el crecimiento de los embarazos no deseados e infecciones de transmisión genital en la población juvenil e infantil son sólo algunos de ellos. Por tanto, los niños y adolescentes de hoy en día tienen necesidades en materia de salud que no pueden ser cubiertas por padres o profesores sin la ayuda de profesionales de la salud. Por otro lado, los niños y niñas con enfermedades y discapacidades crónicas deben ser integrados y atendidos en sus necesidades de salud, por lo que requieren una serie de cuidados y atenciones en la escuela, lugar donde pasan la mayor parte del día.
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PERFIL PROFESIONAL DE LA ENFERMERA ESCOLAR
Últimamente, la lucha contra las enfermedades se ha centrado en erradicar el problema una vez desencadenado, sin embargo, todos sabemos que es mejor prevenir que curar. En la mayoría de patologías, como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, conocemos los factores que aumentan el riesgo de padecerlas y, cuyo control permite reducir su incidencia; de hecho, la mayor parte de estos elementos tienen que ver con hábitos de vida que adquirimos en la infancia. Por lo tanto, la mejor forma de prevenir enfermedades viene condicionada por la educación para la salud (EpS) que sepamos transmitir a los más pequeños. El tratamiento transversal de la EpS que proponía la LOGSE ha evidenciado carencias y limitaciones que hemos de corregir cuanto antes. Los docentes se ven desbordados e incapaces de tratar temas como las drogodependencias, los trastornos alimentarios, la educación afectivo‐sexual, etc., y exigen que sea un profesional de la salud con aptitudes pedagógicas quien se encargue de formar a los escolares en estas materias. En este sentido, en las conclusiones del I Congreso quedó suficientemente demostrado que la EpS en la escuela debe ser impartida por profesionales de enfermería, puesto que, debido a su formación holística en materia de salud, se convierten en los profesionales idóneos para desarrollar la promoción de la salud en el ámbito escolar, al tiempo que garantizan la asistencia inmediata, el seguimiento y el cuidado de escolares con enfermedades crónicas. Asimismo, el actual modelo, en el que los profesionales de Atención Primaria acuden a colegios e institutos de forma puntual, relega a la educación para la salud a una enseñanza ocasional, episódica, marginal y de escasa relevancia, sin estar enmarcada dentro de un plan de formación y sin partir de las necesidades de la comunidad escolar. Al igual que ocurre en muchos otros países, la enfermera escolar debería estar integrada ...
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