Profesiones y sus
Diversos autores sostienen que hay una crisis en las profesiones porque ya no
parecen tener las competencias adecuadas para resolver los intrincados y complejos
problemas que les exige la sociedad.
Así, Jaime Yanez Guzmán, en su libro Las TIC y la Crisis de la Educación,
señala al respecto: “Hoy día el profesional parece no tener las competencias
adecuadaspara resolver los intrincados y complejos problemas que le presenta la sociedad (…) Existe un deterioro de la carrera profesional como institución, a
consecuencia del surgimiento de sociedades basadas en el conocimiento, porque la innovación está conduciendo a la destrucción creadora de muchas prácticas” (1).
Y agrega: “La opinión cada vez más generalizada es que las formas de pensar delprofesional dificultan su entendimiento del carácter cambiante de la singularidad y sus
manifestaciones de complejidad, incertidumbre, movimiento turbulento y caótico,
inestabilidad, indeterminación, vértigo y desorden, asimismo el sentido único del
movimiento y los conflictos de valores que van generando en su desarrollo las diversas
contingencias. Los profesionales con su viejo modelo positivista yexperiencial de pensar no han sido capaces de adaptarse aún a estas nuevas situaciones porque no
entienden las expectativas que la sociedad está poniendo en ellos, como tampoco acomodan sus cuerpos de conocimientos científicos (disciplinas) a las exigencias de conocimientos previos disponibles para entender la complejidad y la unidad de todas las cosas en sus diversas manifestaciones”.
SegúnDonald Schön las profesiones están en crisis porque se han apartado del pacto social por el cual la sociedad les depositó autoridad en el área. Señala al respecto: “A cambio del acceso a su extraordinario conocimiento en asuntos de vital importancia humana, la sociedad les ha concedido un mandato sobre el control socialen sus áreas de especialización, un alto grado de autonomía en su práctica y unalicencia para determinar quien asumirá el manto de la autoridad profesional (…) Pero en el actual clima de crítica, controversia e insatisfacción, el pacto se está rompiendo y cuando se cuestiona tanto la pretensión por parte de los profesionales de poseer
conocimientos extraordinarios, ¿por qué deberíamos continuar otorgándoles derechos
y privilegios excepcionales?” (2).
Si bien esinnegable que las profesiones (en particular las tradicionales) se
encuentran en crisis, pienso que enfoques como los mencionados –más allá de la
verdad que encierran— no logran dar con las causas de fondo del problema. A
nuestro parecer, abordan los aspectos fenoménicos en lugar de abordar la realidad
social que los determina.
Sin intentar por el momento entrar en materia –esto lo haremos a lo largode un
libro que aparecerá en la página electrónica del Programa de Estudios Universitarios
Comparados (PEUC)--- pienso que difícilmente podemos comprender la problemática
descrita sin analizar todo el complejo de factores que han propiciado que las
profesiones (tradicionales, perdón por la insistencia) se encuentren en un callejón sin
salida: este hecho incuestionable es una expresióninequívoca de que el “basamento” social en que se sustentaban ha perdido su consistencia o su “dureza”. ¿Es esto responsabilidad de los profesionales o de los profesionistas? Una respuesta afirmativa carecería de sustento. ¿Acaso los conductores de carruajes o cabriolés fueron responsables de que su oficio haya entrado en desuso una vez que entraron en escena los automotores? (Tal vez alguien podríasostener que los verdaderos responsables fueron los caballos por no correr más rápido que aquellos).
¿Fueron los antiguos artesanos los responsables de que su trabajo haya entrado en una fase de decadencia una vez que la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX entró en escena, con sus máquinas de vapor, telares mecánicos y otros inventos, que provocaron el surgimiento del obrero...
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