Profesor de cultura fisica
Por Rosa Montero
El éxito no es un lugar. Y digo esto porque la mayoría de la gente actúa como si pensase que el éxito posee, en efecto, una geografía. Queresponde a medidas de latitud y de longitud, que es un espacio que se ocupa, una meseta a la que se asciende.
En realidad, el éxito y el fracaso no son sino unidades de medida de la mirada de los otros.Sustancia intangible, volátil, relativa, eminentemente fugitiva. Miramos a los demás y proyectamos sobre ellos ese paisaje imaginario: la península del triunfo, la hondonada de la derrota. Miramos a losdemás y vemos en ellos cualidades y defectos que a nosotros se nos escapan. Sobre todo, cualidades, porque el deseo es siempre huidizo. El éxito es un espejismo que corre delante de nosotros, como elhorizonte. Y tal vez el fracaso sea un espejismo que corre detrás de nosotros, como nuestra sombra.
Hay personas tan obsesionadas con ese lugar imposible que es el triunfo y tan aterradas por laamenaza de la derrota, que se plantean toda su vida como una estrategia de ataque, como un despliegue militar a la conquista de un territorio hostil.
Sacrificio, ésa es la palabra que suelen emplear. Yasí se les va pasando la vida. Son como la lechera de la fábula, sólo que, en vez de verter el final el cuenco de leche, van vertiendo, tirando, su propia existencia. Porque siempre parecen vivir en untiempo equivocado. Es en el futuro, siempre en el futuro, donde estará la vida. Y el presente (que es lo único que tenemos, lo que nos hace y nos deshace, el entramado de los días) se va quemandoinútilmente, ignorado, desdeñado, sacrificado a ese dios intratable del triunfo. Una auténtica pena, un desperdicio.
Porque el éxito no es un lugar, nunca se llega. Y no es sólo que somos hijos del azary que nos puede suceder cualquier calamidad en el camino. No, no es sólo la desgracia: es que incluso si el ambicioso cumple todas sus ambiciones no se calma la herida. Lo sé, es así, conozco a...
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