Profesor

Para los padres de tres niñas sordas y ciegas, una maestra milagrosa es su mayor esperanza.

UNA LUZ EN LAS SOMBRAS
Kenneth Miller.

En el cuarto pintado de color lila de las trillizas hay tres camitas, pero Zoe suele dormir en un puf. Emma prefiere hacerlo en la caja de los juguetes, si es que el cansancio llega a vencerla; a veces se pasa la noche brincando y arrojando mantas y muñecas portodas partes.

Sólo Sophie, cuyo vestigio de vista le permite distinguir objetos de cerca, se queda metida bajo las cobijas casi todas las noches.

Las pequeñas tienen siete años y son las únicas trillizas sordas y ciegas del mundo. Las pruebas indican que su inteligencia es normal, pero la falta de estimulación sensorial ha retrasado mucho su desarrollo.

Si bien Sophie puede moverse porla casa sin ayuda, no hila frases de más de tres palabras y usa el lenguaje de señas al nivel de un niño de kínder. Emma sabe cuatro palabras en lenguaje de señas y puede decir su nombre, “mamá” y “papá”. Zoe conoce más de 10 palabras en lenguaje de señas, pero sólo pronuncia una: “Ve”. Al igual que Emma, todavía usa pañales.

Hasta hace poco las mañanas en la casa de George y Liz Hooker, en unsuburbio de Houston, Texas, solían ser un caos. El padrastro y la madre de las niñas se despertaban a las 5:30. Mientras él arreglaba el cuarto de las trillizas, ella las bañaba y vestía. Liz tenía que adivinar qué querían comer; cuando se equivocaba, los alimentos acababan en el suelo. Durante el desayuno Zoé apoyaba la frente sobre la mesa; se mecía, se tocaba los ojos con los dedos y emitíagruñidos y zumbidos. Emma movía la cabeza hacia los lados y gorjeaba como pájaro.

En medio de todo esto, la hermana mayor, Sarah, de 11 años, apenas recibía atención paterna. Si necesitaba ayuda con la tarea de matemáticas o con algún dilema social propio de su edad, tenía que esperar.

El autobús escolar llegaba a las 7 en punto para llevar a las trillizas a una escuela de educación especial queno parecía tener los medios adecuados para ayudarlas. "Ya desde entonces queríamos tirar la toalla", cuenta Liz. Sin embargo, ella y George trabajaban en casa, hacían todos los quehaceres y aprovechaban su escaso tiempo libre para su misión más grande: sacar a las trillizas, y a otros niños como ellas, de su sofocante prisión.

Con todo, en el curso del último año han tenido que buscar ayudapara su causa. Han logrado algunas victorias sorprendentes, y la vida diaria de la familia ha empezado a tomar un ritmo muy diferente.

DE LAS 45,000 PERSONAS sordas y ciegas que hay en Estados Unidos, 11,000 son niños, según se calcula.
Las causas abarcan desde trastornos genéticos hasta accidentes en el hogar. Las trillizas nacieron el 30 de abril de 2000, cuando Liz tenía apenas 24 semanas deembarazo, y pasaron sus primeros meses de vida en el hospital. Como sucede a veces con los bebés tan prematuros, sufrieron daño en los ojos debido a la formación anormal de los vasos sanguíneos. Para evitar que contrajeran alguna infección potencialmente mortal, les administraron una mezcla de antibióticos, con un efecto secundario gradual pero devastador: la destrucción de las células ciliadasdel oído interno, que se encargan de la audición y el equilibrio.

Al principio Liz sólo sabía que las niñas estaban ciegas, y dejó su empleo como productora de videos para cuidarlas. Las consiguientes dificultades hicieron que su primer matrimonio, de por sí conflictivo, se derrumbara (al final se divorció de su esposo). No fue hasta que las trillizas cumplieron 20 meses cuando se dio cuenta deque tenían otro problema. Estaban aprendiendo sus primeras palabras y empezaban a caminar, pero de repente dejaron de hablar e incluso de sentarse; se iban de lado y se golpeaban la cabeza contra el suelo.
Cuando le dieron el diagnóstico definitivo, Liz se tendió boca abajo en el sofá y se echó a llorar. "Tenía sueños para ellas", dice. "Les iba a enseñar a bailar. Sentí como si fuera el fin...