Profesora De Historia
La primera ‚época. - Lecturas de Echeverría, Campoamor, Andrade, Amado Nervo y Rubén Darío, habían iniciado desordenadamente la formación estudiantil de la inquieta y vivaz inteligencia de Alfonsina Storni, cuya avidez no se detenía, en su primera ‚época, en la obra creada por los demás, sino que se extendía a la que producía a diario ella misma con una espontaneidad que,utilizando una de sus imágenes predilectas, podría compararse con la floración apresurada del rosal. El rosal no es adulto y su vida impaciente, / se consume al dar flores precipitadamente, dice en su primer libro, La inquietud del rosal (I9I6). Pero pocos años después, en la poesía titulada "Frente al mar" (Irremediablemente, I9I9), hace otra revelación de sí misma, comparándose con la flor prestigiosade los románticos: Ya me fatiga esta misión de rosa. El período abarca los tres primeros libros (El dulce daño, I9I8, es el segundo), donde la influencia de los románticos en el subjetivismo personal se hace evidente, aun cuando el modernismo la incita a buscar otras sonorizadas formales en su lenguaje poético, y, lo que es más importante, un sentido pagano de la vida que se advierte en elaspecto luminoso (y primaveral) de su actitud frente a la vida y al amor. Ya Delmira Agustini (1886-I9I4) había derribado en el Uruguay el prejuicio de los rubores femeninos, y a través de la escenografía romántica habíase internado con sus visiones eróticas tomadas del decadentismo de fin de siglo, en Los cálices vacíos (1913), surgidos, según la autora, en un 'bello momento hiperestésico..." AlfonsinaStorni y Juana de Ibarbourou (1895), esta última también uruguaya, habrían de acercarse momentáneamente en esta primera parte de su obra, creando ambas la imagen de "una desnuda virginidad, de gracia silvestre", en las confidencias amatorias, aunque sin esa predilección por lo trágico que era típica de Delmira Agustini. Si ésta se inclinaba hacia la oscuridad tenebrosa del Eros dramatizado,aquéllas se abrían hacia la luz del amor armonioso y primaveral. La aguda sensibilidad de la mujer empieza a expresarse sin recato en una inestabilidad que desborda a la autora de La inquietud del rosal: Mis nervios están locos, en las venas / la sangre hierve, líquido de fuego / falta a mis labios donde finge luego /la alegría de todas las verbenas. Uno de los rasgos más importantes que ambas...
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