Profesora
Ira Levin
El Hijo de Rosemary
ePUB v1.0
GusiX 03.08.11
Traducción de María Vidal Campos grijalbo mondadori Título original: Son of Rosemary Traducido de la edición de Dutton, Nueva York © 1997 Ira Levin © 1998 de la traducción castellana para España y América: GRIJALBO (Grijalbo Mondadori, S.A.) Aragó, 385. 08013Barcelona Se han parafraseado fragmentos de la letra de las siguientes canciones: «Let's Face the Music and Dance» © 1935, 1936, Irving Berlin «Change Partners» © 1937, 1938, Irving Berlin «Blue Skies» © 1927, Irving Berlin «Isn't This a Lovely Day» © 1935, Irving Berlin «Cheek to Cheek» © 1935, Irving Berlin
Diseño de la cubierta: Luz de la Mora Fotografía de la cubierta: Antoni Catany, Composicióncon muñecas. Cedida por A.G.E. FotoStock Primera edición en Mitos Bolsillo ISBN: 84-397-0367-8 Depósito legal: B. 17.440-1999 Impreso en España 1999. - BIGSA, Manuel Fernández Márquez, s/n, mod. 6-1
A Mia Farrow
La Biblia hace constar, con fehaciente claridad, que Satanás existe y que es muy poderoso. No se trata de un mito, no es una simple proyección de nuestro cerebro cuando intentamosexplicar los misterios del mal. Es un perverso poder espiritual cuyo único objetivo consiste en combatir la obra de Dios. BILLY GRAHAM Newsweek, 13 de noviembre de 1995
There may be trouble ahead, But while there's moonlight and music And love and romance Let's face the music and dance. Befare the fiddlers have fled, Before they ask us to pay the bill And while we still have the chance Let'sface the music and dance. IRVING BERLIN «Let's Face the Music and Dance» Follow the Fleet, 1936
Esto es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son o bien producto de la imaginación del autor o se utilizan ficticiamente, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, sucesos o lugares es mera coincidencia.
UNO
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En Manhattan, la clara y vigorizantemañana del martes 9 de noviembre de 1999, el doctor Stanley Shand, dentista jubilado y con dos divorcios en su curriculum matrimonial, abandona el piso de la avenida Amsterdam, donde reside, y se dispone a dar su paseo cotidiano. Pese a sus ochenta y nueve años, camina con paso enérgico, lleva erguida la cabeza, tocada con gorra de cuadros, y la vivacidad brilla en sus ojos. Disfruta de una salud dehierro y de un secreto, un magnífico secreto que alienta todos sus instantes conscientes. Participa desde
hace treinta y tres años –a decir verdad, se ha convertido recientemente en el último participante vivo– en un acontecimiento cósmico cuya fructificación definitiva se va a cumplir en el plazo máximo de dos meses. En la confluencia de Broadway y la calle Setenta y cuatro, un taxi sincontrol se precipita a toda velocidad sobre la acera y aplasta al doctor Shand contra la pared del teatro Beacon. El hombre fallece instantáneamente. En el mismo instante –pocos segundos después de las 11.03 de la mañana–, en el sanatorio Halsey-Bodein, de Upper Montclair (Nueva Jersey), se abren los ojos de la paciente de la habitación 215.
Unos ojos que han permanecido cerrados durante todos losaños que la mujer lleva ingresada en el establecimiento: desde mil novecientos setenta y algo, más tiempo del que recuerda cualquier persona del Sanatorio Halsey-Bodein. La apergaminada enfermera negra que aplica un masaje al brazo derecho de la mujer hace gala entonces de una extraordinaria presencia de ánimo. Traga saliva, respira hondo y sigue con el masaje. –Hola, nena –saluda en tono...
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