programa nacional de lectura
Por Joan Vaello Orts, profesor y orientador en secundaria y profesor de la UNED
La motivación es una cuestión de competencia de motivos. El problema, pues, no es dedéficit de motivación, sino de falta de atractivo de la oferta educativa, ante el exceso de motivación dispersa. Hay que orientar la motivación a conseguir su activación en dos direcciones: interés parahacer los que les gusta y voluntad para hacer lo que no les gusta.
Para abordar la falta de motivación hacia los estudios en la adolescencia, lo primero es entender que no hay adolescentes nipreadolescentes desmotivados. Los adolescentes están hipermotivados hacia lo que les interesa y les sirve para conseguir los fines que persiguen, según su escala de valores. La motivación es una cuestión decompetencia de motivos. El problema, por tanto, no es de déficit de motivación, sino de falta de atractivo de la oferta educativa, frente al exceso de motivación dispersa.
¿Es posible…?
Entonces, lapregunta es: ¿cómo lograr que adolescentes, inmersos día y noche en una vorágine de cantos de sirena distractores y actividades dispersas que absorben su tiempo y su mente, dediquen su atención, interésy esfuerzo al estudio?
Una posibilidad tentadora, pero estéril y exculpatoria, es afirmar que la juventud de hoy en día se ha vuelto irresponsable, inmadura y acomodada, que el problema nos es ajeno,y que las causas y las soluciones residen fuera, lejos de nuestro alcance. Esta postura nos instala en la pasividad, el desencanto y el lamento continuo.
El secreto de la educación, especialmenteen niveles obligatorios, consiste más en contagiar ganas que en transmitir conocimientos. Si les contagias ganas, pueden buscar conocimientos; pero si solo les transmites conocimientos, no puedenbuscar ganas.
Otra posibilidad, más reconfortante y proactiva, consiste en preguntarnos qué podemos hacer para mejorar los índices de implicación en el estudio. Y podemos hacer mucho. El secreto...
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