programa

La lluvia había cesado, en el ambiente se podía percibir el olor característico a tierra mojada que sucede a una ligera pero constante precipitación, el cielo aun nublado oscurecía la pequeña cabaña que rentaba en el bosque hacía ya tres días, y me sentía sola.
Por primera vez en mucho tiempo, quizá muchos años, me sentí inmensamente sola, tal vez era el hecho de encontrarme en un lugar lejosde casa sin alguien a mi lado pero, aunque pueda sonar absurdo el estar literalmente sola en un lugar desconocido no era lo que propiciaba ese sentimiento, al contrario, desde que llegue a aquí sentí una liberación interna que poco puedo describir, me sentía en paz, sentía que era posible hacer una introspección de mi vida entera para poder eventualmente regresar a continuar con una vida querealmente me hiciera sentir satisfecha, plena y quizá hasta amada. Entonces ¿Qué era este sentimiento de soledad que se diseminaba por todo mi ser y me hacía sentir miserable? Tome entonces un abrigo ligero, porque quería que el frío tocara mi cuerpo para seguir sintiéndome viva y salí.
Al abrir la puerta y después de haber caminado unos pasos hacia el bosque tratando de seguir la orilla del lagofrente al que me hospedaba, el olor a lluvia era intenso, el frío comenzaba a sentirse más allá de la piel y me obligaba a aferrar mi torso con los brazos cruzados en un suave abrazo que pretendía dar un poco de calor a mi cuerpo, esta era la sensación esperada, y a pesar de ello, comencé a llorar. Por un minuto me entregue por completo a simplemente derramar lágrimas que escurrían por mis mejillasaparentemente sin sentido mientras me aferraba con más y más fuerza a mí misma y al recargarme en el árbol más cercano solo deje de sostener mi cuerpo para caer de rodillas sobre las viejas raíces del enorme árbol.
Después de un rato de haberme tranquilizado un poco y ya sentada a las faldas del árbol, con la vista fija en un punto imaginario en el espacio, frente a mí, más que un hermoso yplacentero paisaje, los árboles se hacían cada vez más pequeños a lo largo de las orillas del lago y el lago en sí, basto a lo largo, casi como el mar pues se perdía la orilla para toparse con montañas de un azul que describiría como casi melancólico, a lo ancho parecía tener escamas levemente acariciadas por el sol que apenas sobresalía por entre los árboles y las montañas hacia el ocaso, pero al estarmuy poco consciente de tan bello esplendor que trataba con esfuerzos de sobresalir frente a mis ojos, de ese vago punto imaginario salieron de repente una vorágine de pensamientos, era mi vida entera cayendo como una lluvia de meteoros golpeando con fuerza mi psique, me sentí abrumada y para calmar mis ansias me frote el rostro para que el frío de las manos disipara un poco la desesperación quecrecía en mi interior, después solo me levante y caminé un poco más.
Luego de una larga caminata por la orilla empedrada del lago con los brazos cruzados y de aspecto meditabundo llegue a un punto escabroso, salpicado de grandes rocas salientes que parecían asomarse de un lugar por debajo de la tierra y parecían subir como una extraña y poco ortodoxa escalinata adentrándose en el bosque, enrealidad al estar parada ahí me sentí intimidada por estar en un lugar desconocido y la idea de seguir avanzando prácticamente a través de esas rocas sin saber que esperar del otro lado, pronto se convirtió más que en un miedo injustificado, en un reto de gran valor pues necesitaba por alguna razón que aún no lograba descifrar en mi interior, seguir adelante. Así me dispuse y comencé a subir por lasrocas. Mientras subía llegue a un punto crítico del camino, tanto por lo resbaloso que se tornaba la roca debido a la reciente lluvia, como el caer en sí tratando de responderme porque caminaba sin rumbo tal vez haciendo un camino frente a mí que no debía seguir, así que trate de parar pero lo inevitable pasó en un instante, resbale y caí golpeando mis rodillas contra las filosas rocas pero no pude...