Prologo(poemas del modernismo)
Y ya con ello planteo la cuestión básica que dará motivo a la mayor parte de estas páginas de introducción. Porque para fijar la extensión cronológica que abarcaremos se hacen necesarias unas cuantas precisiones que afectarán tanto a la nomenclatura de los períodos y tendencias más destacados de nuestro siglo como a las propias inclinaciones estéticasprevalentes. Sin esas puntualizaciones, sólo relativas y polémicas como todo lo que a hechos cercanos se refiere, mal llegaríamos a entendernos. Por lo menos, a que el lector entienda nuestro propósito, lo que no impide que él pueda formarse, por su cuenta, su personal visión valorativa de la poesía aquí representada.
Por de pronto, me he valido ya de los .vocablos modernista ycontemporánea para designar las dos grandes fases generales sucesivas que se descubren en el discurrir de la poesía hispanoamericana desde el final del siglo pasado. Tal posible articulación en nada contradice la profunda unidad del fenómeno poético moderno, al cual accede la literatura en lengua española a través del modernismo. Pero unidad no quiere decir estatismo, ni tiene que estar reñida con lacomplejidad y el dinamismo implícitos en un tiempo como el nuestro y en un temple tan vocado a la libertad y la revolución como el americano. Octavio Paz ha ofrecido un esbozo de sistematización sintético, y por ello de gran utilidad práctica. Ha escrito, al efecto: «El período moderno se divide en dos momentos: el ‘modernista’, apogeo de las influencias parnasianas y simbolistas, y el contemporáneo»,empleando tales denominaciones en el mismo sentido con que aquí las vamos manejando. Y añade a continuación, para subrayar la importancia de los países de América dentro de la poesía hispánica general: «En ambos, los poetas hispanoamericanos fueron los iniciadores de la reforma; y en las dos ocasiones la crítica peninsular denunció el ‘galicismo mental’ de los hispanoamericanos —para más tardereconocer que esas importaciones e innovaciones eran también, y sobre todo, un redescubrimiento de los poderes verbales del castellano».
Esta antología se proyecta, mayoritariamente, sobre el momento o período contemporáneo. No es éste el lugar para hacerse eco, o para participar en los largos diálogos, a veces cargados de alta pasión, con que se viene en los últimos años tratando deiluminar la verdadera naturaleza y la vigencia del modernismo. Pero como se le ha mencionado (siquiera sea para decir que queda fuera de este libro), debemos reconocer que, pare nosotros, esas fructíferas investigaciones de la crítica más reciente han configurado, al fin, la imagen cabal del modernismo. Se ha rectificado así la larga teoría de errores y simplificaciones construida en torno a aquelmovimiento (modernismo como sinónimo de superficial escapismo exotista, de tendencia excluyentemente afrancesada o extranjerizante, comenzado y realizado de modo principal en el verso, y extraído todo él, como por arte de magia, del estro de Rubén Darío), cuando lo cierto es prácticamente lo contrario: que fue un movimiento integral y sincrético; expresivo del angustioso conflicto espiritual del...
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