Prologo

En el nuevo prólogo se afirma << que el México de hace 30 años ya no es el de hoy>>: “Las diferencias son profundas y los cambios han sido de raíz” (pp 13-14); en mi opinión es una verdad a medias, opinión que los autores también parecen compartir, pues me atrevo debatir y confrontar al considerar como un engaño visual de la tecnología y del proceso de globalización que trajo consigouna supuesta modernización nacional, en donde el supuesto progreso que ahora vivimos es meramente sostenido por la mercadotecnia y las estrategias comunicativas de nuestros gobiernos de boletines en acción y opositores en complot, ya que por mucho no se han resuelto los problemas estructurales de este país.
En la lectura del libro existen varios ejemplos de ese pasado inmediato, que debieronalarmar a la sociedad en su momento: ¿supongo fueron debatidos?, ¡pero da igual, ya que no fueron corregidos! ¡Ni atendidos con oportunidad!, sólo se ocultaron mediante lo que considero es la primera ley de la termodinámica política: La demagogia no se crea ni se destruye sólo se transforma.
Pero para centrar la discusión de lo que afirmo, uno de los ejemplos claros de lo anterior lo encontré en elcapítulo cuatro de nombre “los movimientos populares y el desarrollo nacional”. En ese tenor los ensayistas apuntan una desintegración social que tiene su génesis en:
… la desigualdad y el peligro de la desnacionalización de México. Es, en primer lugar, en esta realidad popular en movimiento, con todo y sus heterogeneidades, que se finca la hipótesis de que será alrededor de la desigualdad y laindependencia nacional como se va de definir el futuro de México. (p. 169)
Los autores señalan que los movimientos populares en México ya en 1981 tenían una heterogeneidad y complejidad en su formación, integración e ideología. En otras palabras muy diversos y ricos en el plano de la expresión, pero en el plano del contenido la razón esencial que motiva su aparición se centra en el problemaeconómico. Un país con cada vez más pobres y con mayor marginación sólo podía generar a largo plazo violencia.
La violencia que hoy vivimos no es más que el producto inmediato de ese descontento social. En ello nuevamente el libro se encuentra rico de ejemplos ilustrativos que nos permiten interpretar la realidad en la que hoy vivimos, comparando los escenarios que se construían hace treinta años de unfuturo inmediato para México que hoy, hoy, hoy, vivimos. Insisto, de ese pasado los problemas sociales no corregidos pero si incrementados, no han sido resueltos, y por esa falta de cuidado de nuestros gobiernos hoy me permiten afirmar que nos encontramos en un proceso de ANOMIA SOCIAL; el cual aun no está siendo atendido eficientemente, pero que ya podemos estar viendo en este proceso dedescomposición social desenlaces posibles para el futuro de México, que pueden desencadenar visiones apocalípticas en la configuración de escenarios que van desde: la balcanización o una integración acelerada por medio de la Intervención Militar, Económica y Política del vecino del norte.
Otro reclamo latente en la obra es la falta de oportunidades en México. En algún momento los autores pareciera quecometen el acto de fe de creer que sería la democracia y su perfeccionamiento el que traería la tan anhelada paz y progreso social. Pero ellos mismos denuncia como los sindicatos y los partidos políticos, son los primeros en no adherirse al programa democratizador de la nación. Lamentablemente a lo largo de estos treinta años, si bien, algunos actores han cambiado, sus sustitutos conservan casi todoslos hábitos de sus antecesores y en general es la ley de hierro de las oligarquías, de Robert Michels, la que se impone por fuerza de la costumbre en la organización de la vida de la democracia representativa que vivimos hoy en día.
Ante estos males y otros más que da cuenta el libro, se presentan escenarios económicos y políticos en los que se desarrolló un debate social en el que se...