Promocion
Antología
José Alejandro Pérez Zapata
Grupo : 9 N.L.: 24
Materia: Español
Prólogo
Bueno esta antología trata de cuentos de terror en los cuales un ejemplo es el de una tumba sin fondo de escritor norteamericano Ambrose Bierce entre muchos mas, el propósito de esta antología es de invitar a los jóvenes al hábito de la lectura ymejor aún de unas historias de miedo que no te dejarán despegar ala vista de esta antología porque vas a querer seguir leyendo la historia de miedo, y el motivo de esta antología es el de un trabajo de español de tercer grado .
Ojala sea de su agrado
Dedicatoria
Esta dedicatoria se la quiero hacer a mis papás, mis hermanos porque me han hecho quevaya por el buen camino y me han ayudado en avanzar la secundaria y mis problemas de salud que tenido en los últimos meses se lo agradezco con todo corazón y gracias por todo su apoyo los quiero mucho.
Índice
Cuento
Pág.
Una tumba sin fondo (Ambrose Bierce)
4-8
Barba azul (Charles Perrault)
10-14
Casa tomada (Julio Cortázar)
15-18
Creed endios (G.A.Bécquer)
19-26
El miedo (Guy de Maupassant)
27-32
Una tumba sin fondo
Me llamo John Brenwalter. Mi padre, un borracho, logró patentar un invento para fabricar granos de café con arcilla; pero era un hombre honrado y no quiso involucrarse en la fabricación. Por esta razón era sólo moderadamente rico, pues las regalías de su muy valioso inventoapenas le dejaban lo suficiente para pagar los gastos de los pleitos contra los bribones culpables de infracción. Fue así que yo carecí de muchas de las ventajas que gozan los hijos de padres deshonestos e inescrupulosos, y de no haber sido por una madre noble y devota (quien descuidó a mis hermanos y a mis hermanas y vigiló personalmente mi educación), habría crecido en la ignorancia y habría sidoobligado a asistir a la escuela. Ser el hijo favorito de una mujer bondadosa es mejor que el oro.
Cuando yo tenía diecinueve años, mi padre tuvo la desgracia de morir. Había tenido siempre una salud perfecta, y su muerte, ocurrida a la hora de cenar y sin previo aviso, a nadie sorprendió tanto como a él mismo. Esa misma mañana le habían notificado la adjudicación de la patente de su inventopara forzar cajas de caudales por presión hidráulica y sin hacer ruido. El Jefe de Patentes había declarado que era la más ingeniosa, efectiva y benemérita invención que él hubiera aprobado jamás. Naturalmente, mi padre previó una honrosa, próspera vejez. Es por eso que su repentina muerte fue para él una profunda decepción. Mi madre, en cambio, cuyas piedad y resignación ante los designios del Cieloeran virtudes conspicuas de su carácter, estaba aparentemente menos conmovida. Hacia el final de la comida, una vez que el cuerpo de mi pobre padre fue alzado del suelo, nos reunió a todos en el cuarto contiguo y nos habló de esta manera:
-Hijos míos, el extraño suceso que han presenciado es uno de los más desagradables incidentes en la vida de un hombre honrado, y les aseguro que me resultapoco agradable. Les ruego que crean que yo no he tenido nada que ver en su ejecución. Desde luego -añadió después de una pausa en la que bajó sus ojos abatidos por un profundo pensamiento-, desde luego es mejor que esté muerto.
Dijo estas palabras como si fuera una verdad tan obvia e incontrovertible que ninguno de nosotros tuvo el coraje de desafiar su asombro pidiendo una explicación. Cuandocualquiera de nosotros se equivocaba en algo, el aire de sorpresa de mi madre nos resultaba terrible. Un día, cuando en un arranque de mal humor me tomé la libertad de cortarle la oreja al bebé, sus simples palabras: "¡John, me sorprendes!", fueron para mí una recriminación tan severa que al fin de una noche de insomnio, fui llorando hasta ella y, arrojándome a sus pies, exclamé: "¡Madre,...
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