proporcionalidad
Un tío de Josef llega del campo a ayudarlo, puesto que la noticia del proceso en su contra se expande rápidamente. Lo lleva con un abogado "de los pobres" viejo amigo del tío, quien asumirá su defensa a pesar de la enfermedad que lo mantiene en cama. Es un hombre bien relacionado y de posición que leexplica el funcionamiento del poder, y las pocas posibilidades de intervenir que tienen los acusados y sus defensores. En la desesperación de K., producida por el nulo avance observable en la defensa, decide hacerse cargo por si mismo de su proceso, que valga decirlo, cada día lo consume más; en ese escenario recurre a un paupérrimo pintor que se dedica a retratar a los jueces, quien le indica quepuede serle de gran ayuda, si bien no para obtener una sentencia positiva, al menos para aplazar o suspender el proceso. Finalmente, K. termina por confusas circunstancias conversando con un sacerdote, capellán de la cárcel, que le relata la famosa historia del hombre ante la ley.
Una noche dos guardias vienen a buscarlo. Sin decirle nada, lo acompañan hasta las afueras de la ciudad donde, a pesarde un leve brillo de esperanza, terminan por ejecutar su condena. Josef K. en sus últimos momentos solo desea aligerar la misión de sus captores y poner fin al proceso, asumiendo de algún modo como cierta una culpa desconocida.
Josef K. (Anthony Perkins) es despertado en su departamento una mañana por dos agentes de policía que le informan que se encuentra bajo arresto abierto. Los oficiales seniegan a identificar el delito del cual Josef K. es acusado, y no se lo llevan detenido. Cuando los agentes se van, Josef K. conversa con su patrona, la señora Grubach (Madeleine Robinson), y su vecina, la señorita Bürstner (Jeanne Moreau), acerca de lo ocurrido.
Más tarde va a su oficina, donde es reprendido por su superior por su supuesta relación inapropiada con su prima adolescente. Esa tarde,Josef K. va a la ópera, pero es recogido en el teatro por un inspector de policía (Arnoldo FOA) y es llevado a una sala de audiencias, donde son en vano sus intentos de hacer frente a la naturaleza peculiar de su caso. Posteriormente regresa a su oficina y descubre a los dos oficiales de policía que lo habian visitado inicialmente están siendo azotados en una pequeña habitación de madera. El tíode Josef K. llamado Max recomienda que consulte con Hastler (Orson Welles), un abogado. Después de breves encuentros con la esposa de un guardia de sala (Elsa Martinelli) y una habitación llena de hombres condenados en espera de juicio, Josef K. tiene una entrevista con Hastler, pero la misma resulta insatisfactoria.
La amante de Hastler (Romy Schneider) sugiere que Josef K. busque asesoramiento...
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