Prosa de un sentimiento
Para I. P.
Espero estés muy bien querido amigo. Ya han pasado varios días desde que te moleste con mis relatos de viajes alrededor de la ciudad. Y abusando de suconfianza, tomo me lo que me has expresado en cartas anteriores que disfrutas de mis relatos aquí te manifiesto uno, pero manifiesto que esto no lo hago solo para tu deleite y entretenimiento, si no tambiéncomo un camino tratando de aliviar mis culpas. Espero, entiendas a un hombre.
Para comenzar mi buen amigo, no sé como termine ahí. Aun ahora culpo a las caminatas que me veo obligado a tomar entradaya la noche, para buscar conciliar el sueño. Ahora que lo pienso no sé en qué momento se convirtió en un habito para mí. Pero en fin, en una de esas tantas caminatas, termine vagando en una parte dela ciudad que por las sombras y la tenue luz de la luna, no pude identificar. Al doblar la cera en la esquina de Perdengrass y Fanuer street, la vi a lo lejos, una silueta, bañada por un juego deluces, entre la azulada luz de la luna, el amarillo viejo de una lámpara gastada por los años y la envolvente oscuridad de las sombras de la noche. Creo que al pasar dos locales de la calle, fue que pudenotar que la silueta pertenecía a una mujer. ¿Por qué pensé esto, te preguntas? , a la silueta le caía un largo y oscuro manojo de lianas, que desde mi distancia se asemejaba a un matojo deenredaderas cayendo de un árbol. Pero no te dejes engañar por mi tosca comparación, lo hago solo para destacar lo misterioso y encantador que puede llegar a ser esa clase de arboles para muchas personas, yoincluido. A medida que me acercaba el cabello se convirtió en lacio, oscuro y brillante ante la luz de la luna. La silueta fue tomando cada vez una forma más definida. Ya a pocos metros, vi claramente ala mujer, blanca casi semejante al astro celestial en ese momento encima de ella, brillando como con una luz que no le pertenece pero que la exhibe con tal elegancia y encanto que no hay luz que se...
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