Prostitucion
Por: Humberto Padgett - febrero 14 de 2013 - 0:00
Ciudad de México, 14 de feb (SinEmbargo).- ¿Cómo es la vida cuando el cuerpo es aplastado 35 mil veces, en sólo dos años, por prostitución forzada?
Mujeres y niñas de rostros y nombres anónimos viven y mueren bajo la esclavitud que nunca seabolió y que sigue ahí, a la vista, no en pueblos enterrados bajo las fronteras asfixiantes del sur o del norte, sino a pocas cuadras de la Cámara de Diputados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Palacio Nacional o la Catedral Metropolitana.
Cada año, miles de muchachas son enganchadas por hombres predestinados a ser padrotes desde su infancia al sur de Tlaxcala, en los pueblos decinturitas que difícilmente aparecen en los mapas de México, pero que siempre resultan enlistados en las cartografías de la explotación sexual mundial.
Algunas pocas que escaparon a la muerte o al infierno de ir y venir 60 veces al día con un hombre diferente y al mismo colchón desvencijado, contaron sus historias a Humberto Padgett, reportero de SinEmbargo, y al fotógrafo Eduardo Loza, autoresdel libro electrónico Retrato íntimo de un padrote, apenas publicado por Random House Mondadori.
Con su autorización reproducimos el primer capítulo de un libro elaborado a partir del expediente penal de uno de los más importantes proxenetas hasta hoy detenidos en la Ciudad de México.
La historia de Nataly *
El bulto humea en el suelo. En la pira recién extinguida quedan restosdistinguibles de su pantalón de mezclilla azul claro y un calzón blanco con vivos rojos. Yace bocarriba sobre la banqueta con la cabeza orientada al sur, la mano izquierda debajo del torso y la derecha, en un extraño ángulo de 90 grados, aprieta un pedazo de plástico, también quemado. Sobre el abdomen permanece un cordel que fuera amarillo, ahora ennegrecido por el fuego, lo mismo que elutilizado para sujetar los pies y dejarlos entrelazados por los tobillos: el derecho sobre el izquierdo.
Imposible saber el color de sus ojos o la forma de sus orejas. Pero sí adivinar la complexión delgada de la joven y detallar que, por los pocos parches de piel conservada, fue una tez morena clara. El fuego respetó sus uñas de acrílico. Los pocos rizos conservados denuncian una melena brillante,negra y espesa. A su lado, también en el suelo, un pequeño lápiz labial de plástico azul a un lado de su mano derecha llama la atención de policías, peritos y socorristas para quienes ya no queda nada que hacer. Completa el repertorio de objetos un envase de vidrio para esmalte de uñas sin tapa e incendiado y un garrafón de plástico contraído por la lumbre. Y la mascada de poliéster con brillitosdorados y tela afelpada con que la amordazaron. Permanecen restos de la manga izquierda de su blusa negra y también del cuello, lo suficiente para saber que es una prenda marca Zara Basics y talla 28. Retazos del sostén conservan el estampado de tulipanes azules.
Es muy cerca de la Cámara de Diputados, en Avenida Congreso de la Unión y Circuito Interior, colonia Valle Gómez. Se sabrá pocos díasdespués que la mujer muerta es, más bien, una niña asesinada. Y que bien pudo morir estrangulada o por los golpes sufridos en la cabeza, sólo es claro que la golpearon al mismo tiempo de asfixiarla.
La madrugada abre la mañana del 16 de julio de 2006. Persiste el olor a gasolina y mañana será cumpleaños de Ismael Guzmán Flores, el hombre más importante en la vida y aún más relevante en lamuerte de esa muchacha calcinada.
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Para marzo de 2004, Nataly tenía ya varios años de abandono definitivo de la escuela. Apenas terminó la primaria, ya era urgente su colaboración con la economía de su familia en Anenecuilco, Morelos, la tierra de Emiliano Zapata.
A los 16 años, la chica trabajaba en un puesto de discos y películas piratas junto a la terminal de autobuses de...
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