Proximidad y compasión

E. LEVINAS:

PROXIMIDAD Y COMPASIÓN




Juan Antonio Tudela




¿Por qué hay ser más bien que nada? Ésta no es la pregunta originaria, dice Schopenhauer. La pregunta metafísica verdadera es, ¿por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?

Padecer por los demás, sufrir con los otros y por los otros. ¿Qué está diciendo? ¿Qué territorio exploramos? No es sólo un principio moral cargadode “buenas intenciones”. No es la superficialidad, tan frecuente, con la que hablamos. Es un modo originario de ser hombre; importa identificar el estatuto filosófico de la compasión. No es un mero sentimiento, no es un estado de ánimo. Y, desde luego, no es extraño al pensamiento filosófico.

Me propongo señalar ese estatuto filosófico, mostrando el carácter inaugural de la compasión que poneen pie lo propiamente humano, lo humano en su sentido. Me dejo guiar por las sugerencias que encontramos en la obra de E. Levinas1.

Camus en La peste, esa obra tan fresca todavía, dice: “hay en el hombre más cosas dignas de compasión que de desprecio”. Una mirada compasiva sobre el sufrimiento humano, sobre todo el injusto. Y al extremo, la condición humana asomándose al sin sentido. No esalgo nuevo en filosofía. La compasión es siempre un resorte imprescindible que nos empuja a pensar.

Schopenhauer nos recuerda que la moralidad sólo nace de la compasión: “el rasgo específico (de los actos moralmente valiosos) es la exclusión de esa clase de motivos que suelen impulsar a toda acción humana, los del interés propio (...) La ausencia de toda motivación egoísta constituye, pues, elcriterio para juzgar moralmente valiosa una acción,,, Sólo los actos que brotan de la compasión tienen valor moral, y todo acto que responda a cualquier otro motivo carecerá de dicho valor”. Sugerencia que hace suya la Teoría crítica: basta evocar los nombres de Benjamin, Horckheimer, Adorno. Marcuse decía que los juicios morales se fundamentan en la compasión. Ser conmovidos por el sufrimiento deotro, representa un elemento esencial de la vida moral, afirma Taylor.

Quedamos cortos cuando identificamos la compasión con un sentimiento de benevolencia o de interés general por los demás. Tampoco acertamos al decir que sufrimos el sufrimiento del otro: cuando sufrimos con otro somos conscientes de que es él quien sufre, no nosotros; sentimos el sufrimiento en su persona, no en nosotros;su dolor es suyo, no nuestro.

Busco expresar que la compasión es una respuesta originaria al sufrimiento ajeno; respuesta inmediata, anterior al razonamiento, que no puede explicarse a partir de un rasgo o condición anterior. La acción misma es básica. Lo inmediato es la respuesta misma. En una palabra: conmoverse inmediatamente y sin pensarlo ante el sufrimiento ajeno forma parte de lo quesignifica ser humano. Es un hacer antes que un entender.

Proximidad, acogida, hospitalidad, compasión, fraternidad, maternidad…, otro, extranjero, exiliado, apátrida, desterrado, rehén…, palabras extrañas a la filosofía. Alteridad, receptividad, pasividad, responsabilidad…, se acercan más. En el lenguaje corriente decimos que alguien es de una gran sensibilidad humana. No sabemos hasta quépunto es cierto. Levinas en uno de esos gestos tan audaz como decente nos empuja al rigor y a la hondura de la sensibilidad en donde se anudan términos aparentemente tan disímiles.

La sensibilidad se aborda habitualmente como un conocimiento receptivo, imperfecto o confuso, diferente de la claridad del concepto -receptividad versus espontaneidad. O bien como ese estado de ánimo que llamamosemoción. Levinas vuelve del revés esas categorías tan asentadas. Vamos a ello.

Comencemos distinguiendo. Notemos la diferencia entre sentido y ser. No todo sentido proviene de la manifestación del ser. Levinas dice un sentido ajeno a nuestra tradición, un sentido otro, diferente. ¿Qué peligro guardan el ser y su manifestación? ¿Cómo decir un sentido que no quede enredado al momento en las...