Proyecto 8


Nací el 1889 en una pequeña ciudad de Braunua am Inn; Braunau, situada específicamente en la frontera de esos dos estados alemanés cuya función se nos presentaba –por los menos a nosotros losjóvenes-como un cometido vital que bien merece realizarse a todo trance
Morí en 1945 (nos e sabe con exactitud si Hitler se suicido o escapo hacia Brasil en un submarino)
En esa pequeña ciudad sobre elInn, bárava de origen, austriaca políticamente, y ennoblecida por el martirologio alemán, vivieron mis padres, alla por el año 1890.Mi padre era un leal y honrado funcionario. Mi madre, ocupada en losquehaceres del hogar, tuvo siempre para sus hijos invariable y cariñosa solicitud.
Habían decidido que yo estudiase.Considerando mi carácter, y sobre toso mi temperamento, mi padre creyó llegar a la conclusión de que le enseñanza clásica del Lyceum ofrecía una flagrante contradicción conmis tendencias intelectuales. Le parecía que en una Realschule me iría mejor. En esto opinión se aferro aun más ante mi manifiesta amplitud para el dibujo, disiplina cuya dedicación, a su modo dever, era tratada con negligencia en los Gyamnasium austriacos.
Sin embargo, las cosas iban a acontecer de manera diferente. Por primera vez en mi vida, cuando apenas contaba con once años, debí oponermea mi padre. Si él era inflexible en su propósito de realizar los planes que había que poco o nada le agradaba.
¡Yo no quería convertirme en funcionario!
Me resultaba abominable elpensamiento de, cual un esclavo, llegar un día a sentarme en una oficina, de no ser el dueño de mi tiempo sino, al contrario, limitarme a tener como finalidad en la vida llenar formularios.
Mis certificadosescolares de aquella época registraban calificaciones extremas, según la materia de mi afición. Mención de honor y optimo, por un lado, y suspensión y pésimo, por el otro. Mis mejores notas...