proyecto coprocultivo
Papel de la religión y de la Iglesia
en la vida social y política
Es inusual encontrar hoy entre los políticos españoles,
personas que opinen en público y por extenso sobre la
presencia del cristianismo en la vida social y política de
España. La revista FOC NOU, en el nº 348 de hace una
año, preguntó sobre ello a los cinco cabezas de lista
para las elecciones catalanas. Como setrata de opiniones de renovado interés, ofrecemos a nuestros lectores,
traducidas del catalán y con mínimas adaptaciones al
momento actual, las de los tres políticos que han alcanzado la posibilidad de ponerlas en práctica en el nuevo
gobierno de la Generalitat.
I. Buscar complicidades con las bases de la Iglesia
Pasqual Maragall *
–Comencemos hablando del papel de
la religión en lavida social y política.
Como en todo, en política me defino
como laico, de modo que no pienso que
la religión deba reinar en el mundo.
Pienso que es un signo de progreso que
no reine, sin que eso lleve más allá de
lo que digo. Me refiero a que una cosa
es la vida pública –la vida política, la
vida que se hace con dinero público– y
otra cosa es que las calles –que también
son espaciospúblicos– no puedan ser
escenario de manifestaciones religiosas.
Se trata de cosas totalmente diferentes.
Más aún, me privarían de una parte de
mi infancia si se suprimieran determinados acontecimientos religiosos públicos,
desde el santoral hasta las fiestas o las
celebraciones públicas de contenido
religioso como son las procesiones.
–Lo que pasa es que de eso muchas
veces se ha hecho unproblema desde
la política.
Creo que podemos decir hoy que no
somos un país religioso. Ni Catalunya ni
España lo son ni deberían ser oficialmente un país católico. Del mismo
* President de la Generalitat de Catalunya. Barcelona.
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Papel de la religión y de la Iglesia en la vida social y política
modo que la religión católica no debe
adoptar posturas políticas concretas.
Peroeso no impide que se pueda decir
que el cristianismo sea “nuestra” religión. La realidad lo demuestra, aparte
de que es la religión mayoritaria. Y, yendo más lejos, en más del 90 por ciento
del mundo del arte, la música, la pintura, la escultura, la arquitectura… veo ahí
“mi” religión, pues formo parte de esa
cultura. Y esto lo digo en la medida en
que personalmente soy independiente
de estatradición religiosa.
–Esta importancia, ¿debe reconocerse especialmente?
Sí, pero no con derechos, sino con el
respeto debido a cada cual.
–A pesar de nuestra tradición europea
laica, a veces parece que se quiere
volver a introducir en las leyes principios religiosos. Aquello de defender
que en la escuela pública se ha de
seguir el Ramadán para después
poder celebrar la Cuaresma.
Sí,puede pasar. Por eso, aunque no
acabo de encontrar dónde poner los
límites, yo creo en el laicismo positivo.
Es decir, creo que al mismo tiempo que
la religión debe respetar la vida pública
y su autonomía, todos hemos de respetar las expresiones públicas de la religión. Me parece que eso es posible en
nuestro país. Lo que se ha de pedir a los
recién llegados es el respeto a las tradiciones deaquí, a la laicidad de aquí y,
en todo caso, a la no ostentación, a una
nueva invasión del espacio público por
su propia religión.
De no ser así, podemos encontrarnos con casos como el de Ripollet, donde una familia musulmana sacó a su
hijo de una escuela concertada y lo
llevó a la pública porque había un crucifijo en el aula. Quizá no lo tengamos
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claro, pero si yo estuviera enTánger y
mis hijas fueran a una clase donde se
hubiera de llevar el chador, puede que
también yo las sacara. Y ante esto,
muchos políticos no caen en la cuenta
de lo que está pasando.
–¿Usted cree que puede haber en
ello un peligro para la convivencia?
Lo que me preocupa es que hay
barrios donde eso es un problema. No lo
es en el barrio donde vivo yo ni, supongo, la mayoría de nosotros....
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