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CAPÍTULO III

HOMENAJE AL ALMIRANTE MIGUEL GRAU SEMINARIO
G:.M:.E:. De la G:.L:.P:.
M:.R:.H:.LUCIANO BAQUERIZO ZUZAETA
P:.V:.M:.De la G:.L:.P:.

Dice Chanteanbriand: “ El instinto peculiar del hombre, el mas hermoso, el más moral de los instintos, es el amor a la patria” y añade: “si se nos preguntara en qué consiste la fuerza de los vínculos que nos ligan al suelo natal, diríamos que talvez es la sonrisa de una madre, el recuerdo de un viejo maestro o los compañeros de la infancia, un ruiseñor que volvía todos los años al jardín o el nido de una golondrina en la ventana”.

Crear patria es como sembrar y cultivar árboles centenarios que nos compensan las fatigas con sus frutos y follajes, sus raíces están engarzadas a lo profundo de la tierra y de ella extraen sus alimentos,para que, a través de sus frutos, se renueven sin término los bosques, a pesar del tiempo y de las hachas.

Sí, patria es idea de unidad, fuerza, de acciones colectivas; es concepto individual y social; es íntima relación del alma y de cuerpo, de territorio y de habitantes, de propiedad y soberanía, de voluntad, de renuncia, de abnegación suprema, de amor y martirio.

En este concepto de patriay de amor patrio vivió nuestro excelso H :. Miguel Grau Seminario, héroe epónimo de nuestro Perú.

Su filosofía de amor a la patria le vine del espíritu que supo inculcarle su señor padre, el teniente coronel Juan Manuel Grau Berrío, quien llego a las ardientes costas norteñas de Perú, con el ejército del Libertador Simón Bolívar y Palacios. Como militar se mantuvo informado de la nueva marchade la nueva República, que ayudó a liberar, la que se debatía entre dictaduras y pronunciamientos de caudillos efímeros que no lograban gobernar.

Hombres como Gamarra, Santa Cruz, Orbegoso, Nieto, Salaverry, que durante diez años mantuvieron la República en efervescencia. Paita, a donde fue destacado D. Manuel Grau, fue escenario en los primeros años de la vida de Miguel Grau del movimientofebril de los barcos que anclaban o salían defendiendo, o al audaz general de 29 años, Felipe Santiago Salaverry, que cayó fusilado en la ciudad de Arequipa, o a Nieto u Orbegoso.

También es Paita testigo de los avatares de la Confederación Perú-Boliviana, bajo el mando de Santa Cruz, y hasta su puerto llegan los chilenos Monteagudo y Orbegoso para impedir la unión de nuestra escuadra. Se deshacede la Confederación muere Gamarra, Castilla se impone en Agua Santa y luego es elegido Presidente Constitucional, devolviendo la “paz” a la República desde el 45 al 51, inicia la formación de la escuadra peruana al adquirir fragatas, bergantines y goletas, después el Rímac y el Amazonas, este último dio la vuelta al mundo.

Así transcurre la niñez de nuestro excelso Hermano, viendo nacer el solpor el arenal, abrigando la esperanza de poder alcanzarlo en el aparentemente calmo horizonte del mar.

Su deseo de transponer la playa se hace real por la buena voluntad de Ramón Herrera, amigo de su padre, quien tenía a su cargo una goleta que unía Paita con Panamá, el destino no quiso que su primera travesía fuera satisfactoria, la goleta naufragó y sus esperanzas marineras se vieronfrustradas por el amor de su madre y la orden de su padre.

Vuelve a la escuela, se torna taciturno y melancólico, regresa cada día a acariciar el mar y soñar con velas desplegadas al viento, con el tenebroso rugir de la tempestad, con el gemir de las cuadernas y la vida dura, exigente y disciplinada del marino que debe contentarse muchas veces con un mendrugo de pan como toda comida, con recibir en sucuerpo el viento salobre que quema y endurece la piel, o seguir el rastro de la luna que forma caminos con su luz entre las ondas marinas que rompen los peces, mudos acompañantes de las embarcaciones.

Su tristeza, su añoranza por el mar, su desinterés por las cosas de su edad, hacen que su padre aventurero por ancestro, acepte que se embarque cuando tenía 11 años.

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