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Los gobiernos posteriores a Gómez se endeudaron muy poco hasta la llegada de Marcos Pérez Jiménez al poder. La gestión presidida por ese dictador elevó enormemente el pasivo de la nación de 177millones de bolívares en 1952 (equivalente a 53 millones de dólares) hasta 4574 millones de bolívares en 1957 (1372 millones de dólares), esto representaba el 19% del Producto Interno Bruto (PIB). Más de3000 millones de ese pasivo eran por no cancelar a contratistas y proveedores muchas de esas obras que algunos usan para hacerle propaganda a la dictadura. Los gobiernos democráticos pagaron la deudaperezjimenista y comenzaron a contraer créditos externos de nuevo, pero en forma moderada y ese dinero se empleó para modernizar y ampliar la infraestructura nacional, diversificar la economía y lamasificación de planes sociales que beneficiaron a las grandes mayorías. Entre 1959 y 1975 lo adeudado por la nación creció de 815 millones de dólares a 2919 millones de dólares, manteniendo un promediode relación con el PIB menor al 9%. A partir de 1976 comienza un endeudamiento más acelerado a raíz de la cancelación de las indemnizaciones a las trasnacionales extranjeras afectadas por la decisióntomada en el primer gobierno de CAP de nacionalizar la industria del petróleo. Adicionalmente, en el trienio 1976-1978, la gran cantidad de inversiones, producto del V Plan de la Nación, ameritó deun refuerzo de crédito exterior para poder cumplir con las ambiciosas metas previstas para el desarrollo del país. La deuda total creció hasta 11438 millones de dólares en 1978 (29% del PIB). Estasituación impulsó al siguiente presidente, Luis Herrera Campins, a expresar en su toma de posesión que recibía “una Venezuela hipotecada”, pero su gobierno, lejos de resolver esa situación, la incrementóhasta límites insospechados para la época pues se contrajeron una cantidad enorme de pasivos externos de rápido vencimiento para ocultar la grave situación de la fuga de capitales al exterior pues...