Proyectos

Robles, J. (2012). Pájaros Descerebrados. En El Comercio. Año 173. A24. Perú: El Comercio. Nro. 87 896

Una de las grandes contribuciones de Arthur Conan Doyley y su inmensa creatura, SherlockHolmes, es la idea de la mente humana como herramienta todopoderosa, capaz de resolver los misterios más intrincados partiendo de claves aparentemente inocuas. Holmes ejerce la deducción como si suspensamientos recorrieron en segundos el modelo a escala de una gran ciudad (Londres, por supuesto).

Para el detective, pensar no es una nube abstracta, sino un cubo mágico repleto de pasajes, puertasfalsas, señales y paradojas que él sabe recorrer a velocidad digital (en el siglo XIX). Nos gusta Holmes y nos identificamos con él. Nos atrae porque su forma de razonar puede ser extraordinaria,pero lo es de un modo indudablemente humano.

Pensaba en eso el otro día, mientras leía sobre el éxito descomunal de Angry Birds, un juego que consiste en lanzar pájaros para derrumbar torres demadera: los pájaros mueren. El juego es divertido y adictivo, sus creadores se han hecho millonarios. Sin embargo, no puedo evitar pensar que ese éxito es también la demostración cabal de que cada vezsomos menos capaces de soportar la nada, de tolerar la ausencia de estímulos, que incluso los mínimos instantes de transición - un ascensor, por ejemplo – nos desesperan y nos generan ansiedad, y quecuando perdemos la conexión – ya ni siquiera con Internet, sino con cualquier dispositivo que nos provea una respuesta automática – actuamos como un pez fuera del agua.

Pensar solo – y ni que decirde hablar solo- se ha vuelto cosa de excéntricos. Mirar a la nada y tejer una red de pensamientos, erigir escenarios posibles y sus hipotéticas luces, recordar un rostro o proyectar una tarde delfuturo, son operaciones que solo nuestra especie es capaz de hacer. Pero las hacemos cada vez menos, entre otras cosas por concentrarnos en actualizar obsesivamente alguna red social, y no para leer,...