Prueba
José Miguel Coleto Martínez
Catedrático de Producción Vegetal
Universidad de Extremadura
Aunque no es fácil aventurar el escenario en el que transcurrirá la actividad agraria en los próximos decenios, es cierto que las tendencias actuales marcan ya una orientación sobre el rumbo que debemos tomar. Debe quedar claro que las rutas se programan y losrumbos se corrigen cuando es necesario, arbitrando nuevas alternativas que nos lleven al destino final. Es este destino final el que debe ser claramente definido y aceptado por todos los grupos de interés (administraciones, consumidores, productores) y por la comunidad internacional. La metodología de trabajo que deben aplicar los expertos consiste en visionar el destino para poder despuésespecular con la ruta, sabiendo que siempre hay instrumentos correctores para adaptarse a las diversas contingencias que no faltarán a lo largo de la misma.
Imbuido ya del papel de experto me atrevo a visionar el papel del agricultor europeo, y por ende del extremeño, del futuro como: agente que con dedicación exclusiva o parcial se constituye en productor de alimentos, de materias primas para laindustria alimentaria y no alimentaria, de energía y de otros servicios inherentes a la explotación agraria; actividad que desarrolla -asociado a entidades de transformación y comercialización en común de las que recibe, además asesoramiento- de manera económicamente eficiente y orientada hacia el mercado global, y socialmente responsable. La eficiencia económica debe estar basada en la implantaciónde tecnologías avanzadas y en la innovación, y la responsabilidad social debe relacionarse preferentemente con la sostenibilidad de los agrosistemas que administra, con la relación que tiene la actividad agraria en el cambio climático, con el impacto paisajístico y con la calidad de los productos, asumiendo, asimismo un papel principal como agente que garantiza la seguridad de los abastecimientos.Por último, su actividad asegura el mantenimiento y desarrollo de las zonas rurales.
Una vez realizado el esfuerzo me afanaré en matizar, teniendo en cuenta las limitaciones de espacio de este artículo, alguno de los aspectos que por su relevancia he resaltado en negritas en la anterior definición. Alguien puede comentar que la visión está llena de tópicos. Pero, por ejemplo ¿todos losagricultores tienen asumido que deben producir de manera eficiente para un mercado global? ¿todos innovan? ¿de verdad, todos se sienten representados por la definición del experto?. Vamos analizar a continuación algunos de los vocablos que hemos introducido en la definición; probablemente aparecerán otros como volatilidad o comodity, muy relacionados con el mercado global que no cabían en la definiciónpero que son esenciales para entender las tendencias observadas en la forma de comercializar las mercaderías e inputs agrarios.
Mercado global
En el mercado global el papel de los estados para regular el comercio tendrá una eficacia limitada lo que incrementará la volatilidad de las materias primas, de los inputs agrarios y de los productos elaborados. Nuestros agricultores no están acostumbrados aescenarios en los que la variación de los precios de los inputs agrarios -combustibles, fertilizantes, pesticidas y piensos compuestos, principalmente- y de las materias primas que producen, sufran oscilaciones inter, pero también intraanuales, tan importantes como las que se vienen produciendo y se producirán con carácter crónico en el futuro. El precio de una materia prima esencial en laalimentación animal, como la cebada, puede pasar de 0,11 €/kg un año a 0,24 €/kg al año siguiente, comprometiendo la viabilidad de las explotaciones – las agrícolas, unos años, y las ganaderas otros- que han sido concebidas para escenarios de mayor estabilidad de los precios.
El mercado global tenderá a convertir a muchos de nuestros productos agrícolas y ganaderos tradicionales en comodities; es...
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