Prueba

La caída del muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética no sólo significó el fin de la Guerra Fría, sino que con ello también se abrió la puerta del futuro. En su momento, qué duda cabe, reinóla confusión, de modo que los observadores y estudiosos de la realidad internacional se quedaron sin piso, al punto que se llegó a prestar atención seria al planteamiento de Francis Fukuyama respectoa que el devenir histórico, con el triunfo de la democracia, había llegado a su fin. De hecho, como en el caso de cualquier otra gran transformación de la historia, los reacomodos en la escalaestructural que se producen como consecuencia de un cambio de estas proporciones no se llevan a cabo de la noche a la mañana, aun cuando sí es posible que lo viejo se derrumbe en forma súbita. FrançoisFuret decía, respecto a la problemática de la periodificación del estudio de la Revolución Francesa, que se puede perfectamente señalar el fin del Antiguo Régimen, pero que es casi imposible determinarsin discusiones cuándo empezó esta revolución, y, menos aún, establecer cuándo terminó.
De este modo, al haber pasado tres décadas de estos memorables y trascendentales acontecimientos, y sabiendo aciencia cierta que los mismos marcan el fin de una era, vale la pena preguntarnos si estamos ya en condiciones de determinar la naturaleza del cambio que se ha experimentado en el mundo, y definir asíla tendencia matriz que se empieza a dibujar hacia el futuro; si contamos con las herramientas metodológicas y conceptuales adecuadas para ello; o si acaso todavía estamos en un período de transición yes prematuro intentarlo.
Quizás lo primero que se deba hacer antes de todo sea tratar de ponernos de acuerdo en qué es lo que ha quedado superado con el fin de la Guerra Fría, trascendiendo ladisputa bipolar a la que alude, y a ello nos dedicaremos en esta ocasión. Porque la esencia de esta confrontación va mucho más allá de la lucha por la supremacía mundial que se desarrolló con base en el...