Pseudoconcreción

El culto a la pseudoconcreción, ese seductor claroscuro de verdad y engaño
Angelina Hernández E. Angelina_hdez@hotmail.com

Desde mi primer encuentro –hace casi dos décadas– con Karel Kosík en su esclarecedora y estupenda Dialéctica de lo concreto, se me incrustó en la sinapsis una fijación por la reivindicación del sujeto auténtico, de ese sujeto que ha sido sustituido por uno fetichizado,mitologizado y cosificado, tal suerte que desde el siglo pasado comparto con el filósofo checo (¿o eslovaco?) una preocupación –tan obstinada como estéril– por la autenticidad, por la originalidad, por la unicidad, como conjuros para la extensa gama de repeticiones vulgares y corrosivas que pululan en mi entorno. Para Kosík, el conjunto de fenómenos que llenan el ambiente cotidiano y la atmósferacomún de la vida humana que con su regularidad, inmediatez y evidencia penetra en la conciencia de los individuos, asumiendo un aspecto independiente y natural, forma el mundo de la pseudoconcreción, al cual pertenecen los fenómenos externos que se desarrollan en la superficie de los procesos realmente esenciales; el mundo del traficar y el manipular, es decir, la praxis fetichizada de los hombres–que no coincide con la praxis crítica y revolucionaria de la humanidad– y el mundo de las representaciones comunes, que son una proyección de los fenómenos externos en la conciencia de los hombres, producto de esa praxis. El mundo de la pseudoconcreción es un claroscuro de verdad y engaño cuyo elemento propio es el doble sentido. El fenómeno –dice este autor marxista– muestra la esencia y al mismotiempo la oculta. La destrucción de la pseudoconcreción se efectúa cuando el pensamiento dialéctico disuelve el mundo fetichizado de la apariencia para llegar a la realidad y a la “cosa misma”. Es el proceso de creación de la realidad concreta, pero ¿Qué es la realidad? El DRAE la define como existencia real y efectiva de una cosa; verdad, lo que ocurre verdaderamente; lo que es efectivo o tienevalor práctico, en contraposición con lo fantástico e ilusorio. Para Kosík, la realidad es primigeniamente lo concreto, el conjunto de todos los hechos, pero como un todo estructurado y dialéctico. Según Ferdinand Gonseth el conocimiento humano tiene un carácter dialéctico y crea diversos horizontes o imágenes de la realidad pero nunca alcanza la realidad “última” de las cosas. El pensamientodialéctico parte de la premisa de que el pensamiento humano se realiza moviéndose en espiral, donde cada comienzo es abstracto y relativo. Es así que la falsificación, la copia y la circulación de múltiples en el mundo de la pseudoconcreción se asocian con esa praxis fetichizada delineada por Kosík, en la que el

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espejo delirante de lo falso es “una comedia humana novelesca, fascinante yreveladora de nuestras pulsiones más elementales” (Alberto R. Sánchez Lacy dixit). La falsificación –ha escrito Olivier Debroise– nos señala con su dedo flamígero para recordarnos que somos primitivos animales miméticos; a la vez, revela la fragilidad de nuestras creencias y lo impostado y artificial de nuestras nociones de verdad, autenticidad y certeza. “Desde hace varios siglos, y sobre todo durantelos últimos cien años –dice Debroise–, el mundo occidental se ha dedicado a inventar, desarrollar y perfeccionar técnicas de imitación, mecanismos de reproducción y sistemas de copiado para multiplicar objetos idénticos entre sí, confundibles, indiscernibles o intercambiables en un proceso que ha ido anulando las posibilidades de reconocimiento. Los compradores, impulsados por un mismo deseo,frecuentan tiendas que estén donde estén, son perfectas réplicas unas de otras y en las que los mismos objetos se encuentran en el mismo estante del mismo piso”… con los mismos modelos, la misma iluminación y en general, con una misma ambientación de elementos normalizados. El shopping mall que encontramos en París, Nueva York o Santiago de Chile puede ser tan indiferenciable del que existe aquí...