Psicoanálisis siglo 21
“El Psicoanálisis en el Siglo XXI, su Articulación en el Campo Social”
Adicciones y Violencia:
“Las decisiones implican un deseo que esta mas allá de la deferencia como simulacro de aceptación del deseo del Otro, puesto que ese Otro no existe”
German L García.
Actualmente nos encontramos en una época y en una sociedad que fallan en el momento debrindar un marco de referencia para el sujeto. La caída de la autoridad repercute directamente en el marco simbólico que sirve de referencia y, como consecuencia de su inestabilidad, se hace evidente la dificultad del sujeto para lograr cierta estructuración. La secuela directa de esto son una serie de patologías muy diferentes entre si, pero atravesadas por ciertos inconvenientes a la hora demanifestar la problemática a través del campo de lo simbólico. Esto se traduce en la necesidad de repensar el abordaje de estas patologías desde el psicoanálisis. Sin embargo, esto no significa que sea imposible trabajar con las mismas desde esta postura.
Este escrito surge del intento de articular dos de estas problemáticas, las adicciones y la violencia, a fin de realizar una aproximación que permitaproponer diferentes estrategias para hacer frente a estas dificultades. Surge este escrito dentro del marco donde desempeño mis practicas pre profesionales, en el Programa Andrés, una Comunidad Terapéutica.
Volviendo al tema, estas problemáticas se encuentran conectadas en determinados puntos. De hecho es muy común encontrar personas relacionadas al consumo que además son violentas; predominandosiempre una de estas dos cuestiones en gravedad e importancia para el sujeto. Ambas se encuentran asimismo ampliamente difundidas en la época actual, lo cual nos obliga a realizar una referencia obligada a la caída de la autoridad. Resulta evidente que las cosas fueron cambiando, los valores no son los mismos, las formas de crianza tampoco. La caída de la autoridad se traduce en inconsistencia delOtro, en falla de la función paterna. La misma tiene consecuencias en la inscripción del falo y deja al sujeto a merced del goce y con pocos elementos simbólicos que le permitan tramitarlo.
En relación a este punto, Fabián Naparstek realiza en su libro “Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo” un análisis interesante sobre como el consumo de una sustancia, entre otras cosas,puede ser una respuesta posible a la inconsistencia del Otro. En efecto, las toxicomanías ubican al sujeto por fuera del campo del Otro, es decir por fuera de un marco simbólico que permita al sujeto tramitar el goce. Es conocido que todos los elementos que por alguna razón no pueden ser tramitados por esta vía, retornan posteriormente a través de lo real, a través del goce; retorno que puede sermanifestado de diversas formas, entre ellas las adicciones y la violencia.
Efectivamente, es el padre en su función el que le permite al sujeto una regulación a través de la castración, a través de la instauración de la ley, a través de la puesta en funcionamiento del falo. Al referirse a la instauración del falo, se entiende que es necesario que el cuerpo, en tanto es el lugar de la pulsión, seaenmarcado por el significante; es decir que “(…) la pulsión más elemental puede empezar a ser manejada -no del todo por supuesto- a partir de instrumentarlo como falo” (Naparstek, 2005, p. 43), es decir a partir del momento en el cual el goce comienza a ser en parte regulado por lo simbólico. De esta forma el falo se instaura como instrumento.
Para que esto sea posible es necesario un padrecapaz de realizar un corte, de establecer una ley. Es a través de esta operación que se produce el ingreso del sujeto al orden simbólico, de tal forma que el goce pueda ser regulado a través de este instrumento. Poner en funcionamiento el falo no solo implica que el mismo esté instaurado como instrumento, sino también que el sujeto sea capaz de utilizarlo como tal, y para eso es necesario que el...
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