PSICOANALISIS

Psicoanálisis Sigmund Freud
Surge con la mirada de Freud hacia la histeria (síntomas corporales que no tienen un origen corporal. Estas histéricas hacían un agujero en el saber medico, por eso se las “querían sacar de encima”. Por esta razón, Freud comienza a escucharlas).
Freud viaja a Francia para aprender técnicas de tratamiento de la histeria: la sugestión (imposición de manosen la frente del paciente, en donde este no estaba hipnotizado).

Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico

Guardar en la memoria los innumerables nombres, fechas, detalles del recuerdo, ocurrencias y producciones patológicas que se presenten durante la cura.
Desautoriza todo recurso auxiliar, aun el tomar apuntes, según luego veremos. Consiste meramente en no querer fijarse ennada en particular y en presentar a todo cuanto uno escucha la misma atención parejamente flotante. Esa selección obedece a sus propias expectativas p inclinaciones. Corre el riesgo de no hallar nunca más de lo que ya sabe; y si se entrega a sus inclinaciones, con toda seguridad falseará la percepción posible.
Uno debe alejar cualquier injerencia consiente sobre su capacidad de fijarse yabandonarse por entero a sus “memorias inconscientes”. Uno debe escuchar y no hacer caso de si se fija en algo.
Mientras uno toma apuntes, practica una dañina selección en el materia, no cabe objetar que se hagan algunas excepciones a esta regla para fechas, textos de sueños o ciertos resultados dignos de nota que puedan desaparecer con facilidad del contexto y se presenten para utilizarlos comoejemplos autónomos.
Tomar notas se podría justificar por el designio de convertir el caso tratado en toma de una publicación científica.
Mientras el tratamiento de un caso no esté cerrado, no es bueno elaborarlo científicamente. El éxito corre peligro en los casos que uno de antemano destina al empleo científico y trata según las necesidades de este; se deja sorprender por sus virajes.
Hay unatendencia afectiva peligrosísima. Aquella frialdad de sentimiento que cabe exigir el analista se justifica porque crea para ambas partes las condiciones más ventajosas.
Si el médico ha de estar en condiciones de servirse así de su inconsciente como instrumento de análisis, él mismo tiene que llenar en vasta medida una condición psicológica.
Es licito exigirle que se haya sometido a unapurificación psicoanalítica, y tomando noticia de sus propios complejos que pudieran perturbarlos para aprehender (incorporar, asimilar) lo que el analizado le ofrece.
Todo el que pretenda llevar a cabo el análisis en otros debe someterse antes a un análisis con un experto.
Poner en juego mucho de su propia individualidad para arrebatar al paciente.
La experiencia no confirma la bondad de esta técnicaafectiva. Tampoco es difícil inteligir que con ella uno abandona el terreno psicoanalítico y se aproxima a los tratamientos por sugestión.
Esta técnica no ayuda en nada a descubrir lo inconsciente para el enfermo; lo inhabilita aun mas para superar resistencias más profundas, y en casos graves por regla general fracasa ante la avidez despertada en el enfermo, a quien le gustaría invertir larelación pues encuentra el análisis del médico más interesante que el suyo propio.
El médico no debe ser tranparente para el analizado.


Otra tentación surge de la actividad pedagógica que al médico le cabe en el tratamiento psicoanalítico, sin que sea su particular propósito. Se comprende que el médico queda habilitado para indicar nuevas metas a las aspiraciones liberadas.
Como médico espreciso ser sobre todo tolerante con las debilidades del enfermo, darse por contento si, aun no siendo él del todo valioso, ha recuperado un poco de la capacidad de producir y de gozar.
Dentro de los límites en los cuales se debe reclamar la colaboración intelectual del analizado en el tratamiento lo decide en primer término la personalidad del paciente. Tiene que aprender sobre todo que ni en...