psicolgia
Este es sin duda el inicio de un tramo importante. El hecho de que a lo sumo se atreva a llegar a la puerta de calle, pero no a alejarse {weggehen} de la casa, y vuelva atrás en mitad del camino al primer ataque de angustia, está motivado por el miedo de no hallar a los padres en casa por haberse alejado ellos. Se pega a la casa por amor a la madre; su miedo de que yo me aleje obedece a deseoshostiles hacia mí, pues entonces él sería el padre.
En el verano partí de viaje {wegfahren} repetidas veces de Gmunden para Viena, pues así lo exigía mi profesión; entonces, él era el padre. Le recuerdo que la angustia ante el caballo se anuda a la vivencia de«Gmunden, cuando un caballo llevaría el equipaje de Lizzi a la estación de ferrocarril. El deseo reprimido de que yo viaje {fahren} a laestación, pues así él queda solo con la madre («que el caballo parta de viaje»), deviene luego angustia ante el partir de viaje los caballos, y de hecho nada le produce mayor angustia que el partir un carruaje, ponerse en movimiento los caballos, desde el patio de la Aduana, frontero de nuestra vivienda.
Esta nueva pieza (ánimo hostil hacia el padre) sólo pudo salir a la luz después que supoque yo no le tengo rabia por tener él tanto cariño a la mamá.
Después de mediodía voy {gehen} de nuevo con él ante la puerta de calle; él de nuevo va {gehen} hasta allí y ahí se queda aunque pasen {fahren} carruajes, sólo ante algunos siente angustia y corre adentro del zaguán. Me explica también: «No todos los caballos blancos muerden»; o sea: por el análisis, algunos caballos blancos ya hansido discernidos como «papi»; esos ya no muerden, pero todavía quedan otros que lo hacen.
La situación en que está nuestra puerta de calle es la siguiente: Enfrente, el depósito de la Oficina Impositiva para Artículos de Consumo, con una rampa de descarga por la cual durante todo el día desfilan carruajes para retirar cestas, etc. Hacia la calle, una verja cierra ese patio. En línea recta frentea nuestra vivienda está el portón de entrada al patio (figura 2). Desde hace ya unos días noto que Hans tiene particular miedo cuando salen del patio o entran a él carruajes, para lo cual se ven precisados a virar. En su momento le he preguntado por qué tiene tanto miedo, y él respondió: «Tengo miedo de que los caballos se tumben cuando el carruaje da la vuelta» (A). Otro tanto teme cuando loscarruajes, estacionados frente a la rampa de descarga, se ponen de repente en movimiento para seguir viaje (B). Además, tiene más miedo (C) a los caballos de tiro grandes que a los caballos pequeños, a los caballos rústicos más que a los elegantes (p. ej., los de coches de plaza). También tiene más miedo a un carruaje que pasa rápido (D) que si los caballos van al trote corto. Tales diferenciaciones,desde luego, sólo se han mostrado con nitidez en los últimos días.
Figura 2.
Yo diría que a consecuencia del análisis no sólo el paciente, sino también su fobia, han cobrado más coraje y se atreven a mostrarse.
El 5 de abril, Hans vuelve al dormitorio y es reenviado a su cama. Le digo: «Mientras sigas viniendo al dormitorio por la mañana temprano, no mejorarás de tu angustia alos caballos». Pero él desafía y responde: «Vendré, aunque haya de tener miedo». Vale decir, no quiere dejarse prohibir la visita a la mamá.
Después del desayuno nos disponemos a bajar. Hans se alegra mucho y planea, en lugar de permanecer ante la puerta de calle, cruzar hasta el patio de la Aduana, donde a menudo ha visto jugar a unos pilluelos. Le digo que me alegrará si él cruza, y aprovechola oportunidad para preguntar por qué tiene tanto miedo cuando los carros cargados se ponen en movimiento desde la rampa (B).
Hans: «Tengo miedo si yo estoy {stehen} en el carro y el carro parte de viaje {wegfahren} ligero, y yo estoy arriba y quiero ir ahí sobre la planchada» (la rampa de descarga) «y yo parto de viaje con el carro».
Yo: «¿Y si el carro está estacionado {stehen}? ¿En ese...
Regístrate para leer el documento completo.