Psicología y epistemología
Barcelona, ed. Ariel, pp. 85-112 - Piaget, Jean 1973
sintesis de el mito del origen sensorial
de los conocimientos cientificos, psicología y epistemología, barcelona, ed. ariel, pp. 85-112 - piaget, jean 1973
El esfuerzo que se dedica a verificar determinadas opiniones es a veces inversamente proporcional a su fuerza de propagación, porque al considerarlasglobalmente parecen evidentes y, sobre todo, porque al transmitirse se benefician de la autoridad de un cre¬ciente número de autores. Siguiendo a Aristóteles y a las múltiples variedades de empirismos, ha pasado a ser un lugar común en la mayoría de los círculo^ científicos el sostener que todo conocimiento pro¬cede de los sentidos y es resultado de una abstracción a partir de los datos sensoriales.E. Mach, uno de los escasos físicos que se han decidido a apuntalar di¬cha tesis con hechos, se vio obligado, en su Análisis de las sensaciones, a considerar el conocimiento físi¬co como un puro fenomenismo perceptivo (cuyo re¬cuerdo ha pesado sobre toda la historia del Círculo de Viena y del empirismo lógico).
Este mito (término con el que denominamos aquellas opiniones a las que una adhesióncolectiva demasiado obligatoria ha privado del beneficio de ve¬rificaciones precisas) no ha dejado de influir en ciertos matemáticos, es decir, en un campo en el que, sin embargo, la sensación no tiene nada que hacer. Por ejemplo, el gran d'Alembert atribuía a los sentidos la génesis de las nociones aritméticas y algebraicas, y empezó considerando los números negativos como menos inteligibles quelos positivos puesto que no corresponden a nada sensible. Tras lo cual les concedió una inteligibilidad igual argumentando que traducen una «ausencia» pero sin darse cuenta del hecho de que la pareja presencia-ausencia se re¬fiere a toda la acción y no simplemente a la sensa¬ción. Todavía en nuestros días, F. Enriques pretendía explicar la formación de los diversos tipos de geome¬tría (métricaproyectiva, topológica) por la predo¬minancia de tales o cuales formas de sensaciones (cinestésicas, visuales, etc.).
Ello no obstante, la hipótesis de un origen sensorial de nuestros conocimientos lleva a paradojas cuyo tipo significativo fue enunciado por M. Planck en sus Iniciaciones a la física: nuestros conocimientos físicos habrán salido de la sensación, pero su progreso consiste precisamenteen liberarse de todo antro¬pomorfismo y, por consiguiente, en alejarse lo más posible del dato sensorial. Afirmación de la que nosotros concluiríamos que el conocimiento nunca pro¬cede de la sensación sola, sino de aquello que la ac¬ción añade a este dato. De todas formas, Planck sigue fiel a la opinión tradicional y, en consecuencia, no llega a resolver su propia paradoja.
Y eso que J. J.Ampére decía ya a principios del siglo XIX que la sensación es un simple símbolo y que quienes admiten su adecuación a los objetos son como los campesinos (yo diría: como los niños) que creen en una necesaria correspondencia entre el nom¬bre de las cosas y las cosas nombradas. En uno de sus mejores libros recientes sobre la sensación, H. Piéron dice también que la sensación es de natu¬raleza simbólicapero que nunca alcanza el grado de objetividad que caracteriza a la más sencilla ecuación matemática. Ahora bien, cuando se habla de símbolo se está apuntando a un sistema de significaciones, lo cual supera, desde luego, los marcos del puro «dato» (del sense datum clásico).
Así pues, en lo que sigue voy a intentar reexami¬nar la tesis tradicional del origen sensorial de los conocimientos a laluz de la psicología contemporánea poniendo de manifiesto sus equívocos. Admitiremos que la sensación o la percepción operan siempre en los estadios elementales de formación de los cono¬cimientos; pero nunca operan solas y lo que se les añade resulta por lo menos tan importante como ellas en la elaboración citada.
1.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Empezaremos llamando la atención sobre una...
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