Psicologa
Un día, como cualquier otro, cuando fui de visita a la casa de mi abuela, nos pusimos a charlar como siempre, pero esta charla nunca la voy a olvidar porque fue algo diferente;siempre hablábamos de mi mamá, de mis tíos y de las cosas que yo hacía cuando era más “chiquita”. Pero esta vez no, esta vez me conto como fue su vida cuando era más joven, y me sorprendió porque yoestoy acostumbrada a otra vida, con 17 años a mi no me falto nada, pero ella, mi abuela, lo que tuvo lo consiguió con esfuerzo.
Ellos eran cinco hermanos, y en su casa sólo trabajaba su papá, su mamáse encargaba del hogar y de cuidarlos a ellos.
Me contaba que con solo 10 años y estando en a primaria, ayudaba de alguna manera en su casa, porque con la plata de su papá no les alcanzaba.
Su mamáles hacia bollos caseros y ella con otra de sus hermanas salían a venderlos, y para las fiestas vendían flores.
-…” nosotras ya estábamos contentas con traer a la casa unas moneditas “…- sonreíamientras me decía esto.
Esa era su contribución. Termino su primaria y busco otra forma de ayudar, fue entonces que empezó a trabajar en una casa haciendo la limpieza.
No termino de estudiar -…”nopudimos hacer el nivel secundario, porque éramos muchos y el papá era empleado de comercio, no le alcanzaba”…- y bajo su mirada.
-…”y así, poco a poco, luchando con la vida a la par de nuestros padresfuimos creciendo”…- Mi mirada no se despegaba de su rostro, jamás había estado tan callada y tan atenta, me llamaba la atención cada gesto que hacía, se quedaba mirando fijo por un tiempo a una paredcomo si estuviera viendo su vida en una película y me la contaba.
Sus sonrisas, sus miradas y sus silencios me causaban intriga, mientras me hablaba, porque parecía que se saltaba algo en su relato,como que quería ocultármelo tal vez porque le daba vergüenza o tal vez porque quería guardar ese recuerdo solo para ella.
Su vida fue muy diferente a la mía, a lo mejor a muchos no le parezca al raro,...
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