Psicologia Individial
I. Historia
La p. i., que se remonta a A. Adler (1870-1937), junto con el psicoanálisis de Freud y la psicología compleja de Jung es hoy día una de las tres escuelas clásicas de psicología profunda y de métodos psicoterapéuticos. Sólo podemos valorarla rectamente teniendo en cuenta el curso de la génesis histórica de la psicología profunda. El descubrimiento delinconsciente por Freud significó un hecho revolucionario no sólo en el campo de la medicina, sino también en el de la ciencia del espíritu, aunque muchos precursores hubieran apuntado ya hacia este giro venidero. Freud hizo ver que el hombre, en su sentir y obrar, es influido por fuerzas no sólo conscientes, sino también inconscientes, y que los diversos síntomas neuróticos — plaga especial de nuestrosiglo — no pueden entenderse y mucho menos curarse si no emergen a la conciencia sentimientos que fueron relegados al inconsciente. Pero Freud corrió la suerte típica del descubridor, sin duda a consecuencia sobre todo de su ideología unilateralmente materialista y positivista. En su intento de interpretar los contenidos sacados del inconsciente, cayó en una visión parcial, sobre todo en el sentidode creer que son principalmente problemas sexuales, relegados al inconsciente, los que producen enfermedades neuróticas.
Tal interpretación no podía a la larga ser admitida sin contradicción, y es mérito permanente de A. Adler haber sido el primero que mostró la insuficiencia de esta imagen del mundo y el que a la vez levantó — en polémica cada vez más violenta con Freud — su propio edificiodoctrinal de la psicología profunda, que, con el nombre de p. i., representa un elemento importante de la ciencia médica.
II. Exposición
En lo que sigue se intenta presentar las ideas fundamentales de la p. i. en comparación con el sistema de Freud; pero hay que llamar de antemano la atención sobre un punto. La p. i. es, como el psicoanálisis, una escuela de psicología profunda, es decir, tambiénella se ocupa de las causas inconscientes de la conducta humana, y se esfuerza por traer de nuevo a la conciencia lo que fue relegado al subconsciente; y, no obstante considerables diferencias técnicas (sobre todo la menor duración del tratamiento), se sirve a la postre de los mismos métodos del psicoanálisis, aunque hoy se interpreten de otro modo los contenidos sacados a la luz. Ello se debe a queAdler partía de una idea del hombre completamente distinta de la de Freud. Adler no veía la persona simplemente como un ser aislado, sino que intentaba comprender sus problemas dentro del marco de la comunidad social y de las obligaciones para con los demás.
La innovación quizá más importante del pensamiento psicológico individual es la sustitución del principio psicoanalítico causal por el de lafinalidad. La p. i. no trata sólo de desenrollar retrospectivamente la historia de una vida y de esclarecer cómo el hombre ha llegado a una conducta determinada, sino que busca más bien comprender esa conducta por el conocimiento del fin que el hombre persigue. Junto a los fines conscientes hay, naturalmente, muchos inconscientes, y empeño del psicoterapeuta ha de ser dar en el hombre con aquella«secreta» (es decir, inconsciente) finalidad por la que es influida esencialmente su conducta. Todo fenómeno psíquico, si ha de facilitamos la inteligencia de una persona, sólo puede ser aprehendido y comprendido como preparación para un fin. Si se consideran las finalidades de distintas acciones de una persona, resulta a menudo un interesante paralelismo; es decir, la persona se ha orientado,consciente o inconscientemente, por una línea directriz que, como un hilo rojo, recorre toda su vida y, con alguna atención, puede reconstruirse claramente. La sustitución del principio causal por el final significa sin género de duda en la concepción de la persona un paso importante del determinismo al indeterminismo (-> libertad, -> voluntad).
De hecho resultaba problemático ocuparse del mero...
Regístrate para leer el documento completo.