Psicologia para la vida

Durante los años más contemporáneos, ha sido recurrente la individualización de la gente: los objetivos personales han ido, poco a poco, adquiriendo un carácter mucho más relevante que los propósitosde la comunidad. Esto se debe al egoísmo natural existentes en las personas -el cual va creciendo- y que azota a la humanidad, y el deseo personal de surgir y ser exitoso en esta vida llena decompetencias e inmoralidad.
No obstante, una buena vida es con otros. La forma de alcanzar logros, sentir satisfacciones morales y, sin darle más vueltas, llegar a la felicidad plena es el vivir con losdemás. Esto lo digo, más que por argumentos literales, por una experiencia de vida -corta, pero intensa- que me ha dado evidencias mucho más significativas.
En primer lugar, cabe lugar a hacer ladistinción entre lo que es considerado la felicidad y el éxito, términos que muchas veces son –erróneamente- calificados como sinónimos. Éxito es lograr de manera positiva una actuación, muchas vecesasociado con negocios. En cambio, felicidad es el estado de una persona donde siente plenitud, se siente contento con lo que es y lo que tiene, sin importar los recursos y no deja de perseguir el sentidode la vida. El conformismo tampoco es felicidad, sino que la felicidad es fruto del esfuerzo guiado hacia el sentido de la vida. Un médico para lograr su felicidad perfectamente puede realizarservicios a los más necesitados, en el lugar de llenarse los bolsillos con dinero trabajando para el 9% privilegiado del país. El éxito es lograble de forma individual, la felicidad claramente no.Volviendo al tema principal, yo, personalmente, no podría visualizarme como un individuo que está buscando su felicidad, sin la complementación que me realizan otras personas a mi propia vida. Es simple, lafunción de los demás en la existencia de uno es retroalimentar los actos que se realizan, acompañar en todo momento y realizar, en conjunto, un bien mayor para cambiar el mundo. Y bueno, ¿Qué sería...