Psicologia y religion
Carl Gustav Jung
Título Original: Antwort auf Hiob, 1952
Este libro —uno de los últimos de Jung— no puede ser clasificado como una obra “científica”. Se trata más bien de una toma de posición personal frente al mundo religioso del cristianismo tradicional. Al parecer, Jung se vio llevado a ello por la proclamación en 1950, del dogma de la Asunción de María hecho al queconcede una importancia extraordinaria. Son, pues, las consideraciones de un médico —sin conocimientos teológicos especiales— que por su profesión misma tuvo que dar respuesta a muchas preguntas de tema religioso y se vio forzado, por ello, a plantearse el problema del sentido último de las concepciones religiosas. Por otra parte, quien como Jung vivió la situación apocalíptica de mentira, injusticia yasesinato de millones de seres que desencadenó la segunda Guerra Mundial, no podrá menos de preguntarse, como él: ¿Por qué un Dios bueno y omnipotente permite que suceda todo esto? No fue otra la pregunta de Job, ni es otro el tema de este libro que, al intentar responder a esta interrogante milenaria y desesperada, nos ofrece profundas reflexiones acerca de la angustia del mundo y la esperanzaque, a pesar de todo, vive en él.
INDICE
“Lectori benevolo” Introducción 1. El hombre y Yavé II. Yavé y el pensamiento de duda III. La Sabiduría IV. La encarnación V. Los hijos de Dios VI. La victoria de Job VII. Job y Cristo VIII. Cristo y Satán IX. El Paráclito X. La reconciliación XI. La visión de Ezequiel y la de Enoc XII. El Anticristo
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1XIII. El Cristo apocalíptico XIV. Los elegidos XV. Amor y temor XVI. Fe y agnosticismo XVII. La madre y el niño XVIII. El Dios tenebroso XIX. El dogma de la asunción XX. Conclusión
91 102 107 110 112 119 122 131
“LECTORI BENEVOLO”
Doleo super te frater mi...
2 Samuel I, 26
Por razón de su contenido, que se sale un poco de los temas usuales, esta obra mía necesita un breve prólogo, queruego al lector no pase por alto. En las páginas siguientes se va a hablar de objetos venerables de la fe religiosa, y todo el que habla de estos temas corre el peligro de caer en uno de los dos bandos en pugna en torno de estos objetos. Esta disputa tiene su fundamento en el peculiar presupuesto de que algo es “verdadero” únicamente cuando se presenta o ha presentado como hecho físico. Así, porejemplo, los unos creen, como físicamente verdadero, y los otros niegan, como físicamente imposible, el hecho de que Cristo naciese de una virgen. Cualquiera puede ver que este dilema no tiene solución lógica; lo mejor sería, en consecuencia, dejar tales inútiles discusiones. Ambas partes tienen y no tienen razón, y podrían fácilmente llegar a un acuerdo si renunciasen simplemente a la palabra“físico”. El que algo sea una realidad “física” no es el único criterio de verdad. También existen verdades anímicas, las cuales no pueden ni explicarse ni probarse, pero tampoco negarse físicamente. Si, por ejemplo, todo el mundo creyese que en otro tiempo el Rin corría hacia arriba, partiendo de su actual desembocadura y desembocaba en sus fuentes, esta creencia no deja de ser un hecho, aunque loafirmado por ella haya de ser tenido, físicamente considerado, por extraordinariamente increíble. Pero esta creencia constituiría un hecho que ni puede negarse ni necesita tampoco ser demostrado. A este mismo tipo de verdades pertenecen las afirmaciones religiosas. Las afirmaciones religiosas se refieren en cuanto tales a hechos que no son comprobables físicamente. Si lo fuesen, caerían inevitablementeen el dominio de las ciencias naturales, y éstas las negarían por no ser hechos susceptibles de experiencia. Las afirmaciones religiosas no tendrían sentido si se refiriesen a hechos físicos. Éstos serían, en tal caso, simples milagros, que ya por ello estarían expuestos a la duda, y que además no podrían probar la realidad de un “espíritu”, es decir de un sentido, pues el “espíritu” se...
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