psicologia
© 1980, Editora Nacional, Madrid
© Por la presente edición, Ediciones Orbis, S. A.
BARUCH DE ESPINOSA
É T I C A
demostrada según el orden geométrico
EDICIONES ORBIS S. A.
HYSPAMERICA
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Indice
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN........................................................................................................................................... 4
El pastor Kohler (latinizado, Colerus) provocó en 17O5 la primera encarnación de la
vida de Baruch de Espinosa1; desde entonces la sombra de esa vida ha transmigrado
dudosamente de la hagiografía a la denostación. Sabíamos antes de leer a Feyerabend,
que no hay hechos puros; los hechos de la vida de Espinosa dicen cosas distintas en
distintos lenguajes,como les ha ocurrido siempre a los hechos. Y así el hombre « ebrio
de Dios», que profiere sin cesar su sagrado Nombre; el que deposita una mosca en la
tela de araña y contempla sonriente el necesario desenlace, el que rechaza ofertas de
dinero y de honrosos cargos académicos, el minucioso pulidor de lentes, el que envía a
prisión a un deudor, el que se informa con toda cortesía de lasenseñanzas que su
huésped ha obtenido en un sermón dominical, el que no puede evitar una sonrisa
cuando rezan en su presencia, el que declara que la guerra y la matanza no le incitan
a risa ni a llanto, el apacible fumador de pipa, el arrebatado personaje que, panfleto en
mano, intenta salir a la calle para acusar de bárbaros a los asesinos de sus amigos y
protectores políticos, el que dice que en lanaturaleza no hay bien ni mal, el defensor
de la democracia, el que menosprecia el vulgo, el tísico, el que acaso fue rechazado por
la hija de su maestro de matemáticas —ella prefirió a otro, según cuentan—, el que
habla serenamente de las pasiones «como de líneas, superficies y cuerpos», el que
acota quizá abruptamente, tratando de los celos, que esa pasión se incrementa al
imaginar losgenitales y las excreciones de quien posee al objeto amado..., ese hombre
es, alparecer, el mismo, pero la reconstrucción de su identidad pasa por más de un
esquema. Siempre podría decirse que perseguir esa identidad es tarea condenada sin
remedio al fracaso, para la vida de Espinosa o para cualquier otra: su obra, y no la
fantasmagoría de sus datos biográficos, sería el lugar de su objetividad.Por desgracia,
la objetividad de esa obra es también multiforme: ateísmo sistemático, panteísmo
impregnado de fervor, racionalismo absoluto, misticismo, materialismo, idealismo,
han compuesto y componen las figuras de su proteica inmortalidad. Ateo abominable,
que horrorizó a Europa con su Tratado teológico-político; santo laico, en quien
toda una tradición liberal puso sus complacencias;precursor de la sana doctrina para
la ortodoxia del materialismo dialéctico, Espinosa parece haber servido para todo.
Aquí, sin embargo, no vamos a hacer caso a tantos motivos de duda. Vamos a decir
algo de la figura biográfica de Espinosa y algo de la obra que hemos traducido, del
único modo en que se pueden decir esas cosas, a saber: pensando que nuestra versión
PARTE PRIMERA:
DE DIOS............................................................................................................................ 29
PARTE SEGUNDA: DE LA NATURALEZA Y ORIGEN DEL ALMA ....................................................... 69
PARTE TERCERA:
DEL ORIGEN Y NATURALEZA DE LOS AFECTOS ............................................. 123
PARTE CUARTA:
DE LA SERVIDUMBRE HUMANA, O DE LAFUERZA DE LOS AFECTOS .....184
PARTE QUINTA:
DEL PODER DEL ENTENDIMIENTO O DE LA LIBERTAD HUMANA ...........249
Nos permitimos escribir Espinosa, mis bien que el usual Spinoza, por tratarse de un apellido en
definitiva ibérico; el propio filósofo firmó, en alguna ocasión, Despinosa (contrayendo preposición y
apellido, y, en todo caso, sin la z). Avala nuestra grafía la opinión del...
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