Psicologia
PARA DESCUBRIR
la relación existente entre reglas,paradigmas y ciencia normal, tómese primeramente en consideración cómo aisla el historiadorlos lugares particulares de compromiso que acabamos de describir como reglas aceptadas. Unainvestigación histórica profunda de una especialidad dada, en un momento dado, revela un con- junto de ilustraciones recurrentes ycasi normalizadas de diversas teorías en sus aplicacionesconceptuales, instrumentales y de observación.Ésos son los paradigmas de la comunidad revelados en sus libros de texto, sus conferencias ysus ejercicios de laboratorio. Estudiándolos y haciendo prácticas con ellos es como aprenden suprofesión los miembros de la comunidad correspondiente. Por supuesto, el historiador descubrirá, además,una zona de penumbra ocupada porrealizaciones cuyo
status
aún está en duda; pero,habitualmente, el núcleo de técnicas y problemasresueltos estará claro. A pesar de las ambigüedades ocasionales, los paradigmas de una comunidad científica madura pueden determinarse conrelativa facilidad.La determinación de los paradigmas compartidos no es, sin embargo, la determinación dereglas compartidas.Esto exige una segunda eta-pa, de un tipo algo diferente. Al emprenderla, elhistoriador deberá comparar los paradigmas dela comunidad unos con otros y con sus informescorrientes de investigación. Al hacerlo así, su ob jetivo es descubrir qué elementos aislables, explícitos o implícitos, pueden haber
abstraído
losmiembros de esa comunidad de sus paradigmasmás globales, y empleado como reglas ensus in80
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vestigaciones. Cualquiera que haya tratado dedescribir o analizar la evolución de una tradicióncientífica dada, habrá buscado, necesariamente,principios y reglas aceptados de ese tipo. Como loindica la sección anterior, es casi seguro que hayatenido éxito, al menos de manera parcial. Pero, sisu experiencia tiene alguna similitud con la mía,habrádescubierto que la búsqueda de reglas esmás difícil y menos satisfactoria que la de paradigmas. Algunas de las generalizaciones que uti-lice para describir las creencias compartidas porla comunidad, no presentarán problemas. Sin embargo, otras, incluyendo algunas de las utilizadasanteriormente como ilustraciones, mostrarán unmatiz demasiado fuerte. Expresadas de ese modoo de cualquier otra forma quepueda imaginarse,es casi seguro que hubieran sido rechazadas poralgunos miembros del grupo que se esté estudiando. Sin embargo, para comprender la coherencia de la tradición de investigación en términosde las reglas, se necesitarán ciertas especificaciones de base común en el campo correspondiente.Como resultado de ello, la búsqueda de un cuerpo de reglas pertinentes para constituir una tradiciónde investigación normal dada, se convierteen una fuente de frustración continua y profunda.Sin embargo, el reconocimiento de la frustraciónhace posible diagnosticar su origen. Loscientíficos pueden estar de acuerdo en que Newton, Lavoisier, Maxwell o Einstein produjeronuna solución aparentemente permanente para ungrupo de problemas extraordinarios y, no obstante, estar en desacuerdo, a vecessin darse cuenta plenamente de ello, en lo que respecta a lascaracterísticas abstractas particulares que hacenque esas soluciones sean permanentes. O sea,pueden estar de acuerdo en cuanto a su
identificación
de un paradigma sin ponerse de acuerdo
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o, incluso, sin tratar siquiera de producir, una
interpretación
plena o
racionalización
de él. Lafalta de unainterpretación ordinaria o de unareducción aceptada a reglas, no impedirá que unparadigma dirija las investigaciones. La ciencianormal puede determinarse en parte por mediode la inspección directa de los paradigmas, proceso que frecuentemente resulta más sencillo conla ayuda de reglas y suposiciones, pero que nodepende de la formulación de éstas. En realidad,La existencia de un paradigma ni...
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