Psicologia
1. Evita enfrentar y gritarle a tu hijo cuando está enojado. Lo más fácil del mundo es responder con ira ante la ira.Después de todo: “¿Qué se ha creído este niño?”. Tienes que ser más fuerte emocionalmente y actuar con inteligencia. Lo primero es mantener la calma para evitar que la situación empeore, tu hijo tendrála oportunidad de ventilar su enojo y discutir la situación calmadamente más adelante.
2. No intentes razonar con tu hijo cuando las emociones están desbordadas. Los adultos usamos la lógica y larazón para explicar las cosas. Pero si tu hijo está muy exaltado, la lógica no te servirá de nada. Y la frustración de la falta de entendimiento solamente empeorará las cosas y quizás se intercambienpalabras de las que luego se arrepentirán. Es preferible que lo dejes retirarse a su habitación y esperes a otro momento más adecuado para explicar tus puntos.
3. No le pegues, bajo ningunacircunstancia. Ante una falta enorme de respeto o consideración, algunos padres pierden todo el control y llegan al plano físico y ésa es una enseñanza terrible. Evita hacer lo mismo, no importa lo que hayasescuchado de otros padres o de la forma en que te criaron a ti. El golpe físico solamente le enseña al hijo que los problemas se resuelven con violencia.
4. Si es necesario, retírate hasta querecuperes el control. La ira es una emoción poderosa y se contagia rápidamente. Si la discusión y los reclamos de tu hijo llegan en un mal momento y te sientes a punto de perder el control, decídete poruna retirada a tiempo: sal a caminar, enciérrate en tu habitación, respira profundamente, cualquier cosa que te devuelva la ecuanimidad, al menos como para que no hagas algo de lo que luego puedasarrepentirte. Si van discutiendo en el automóvil, estaciona el auto lo antes que puedas. No conduzcas mientras estás en una discusión acalorada para evitar un posible accidente.
5. Evita amenazar...
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