Psicologia
Arte e interpretación: de la imposibilidad de una
psicología del arte
El psicoanálisis siempre se interesó por el arte, por la creación artística. También lo hicieron los filósofos, probablemente con un propósito común: cómo pensar aquello que si bien está en el origen de los discur sos, el discurso mismo no puede nombrar, o cómo pensar la experiencia de un desacuer dopermanente con el horizonte de la obje tividad sensible, un desacuerdo que inaugu ra la ausencia de un sentido originario que pudiera dar a la verdad la plausible y con fortable conformidad de la proposición con la cosa, del juicio con lo real. Hablamos de discurso, sentido, verdad y experiencia. Estos son los términos con los que me propongo trabajar el tema «arte e interpretación». El arteatestigua la insu ficiencia de la idea de verdad como confor midad. Si el arte cabe concebirlo como in terpretación, ¿qué queremos decir con el término interpretación? ¿Quizás aquello cuya insuficiencia requeriría ser completa da con la interpretación? Eso supone que la verdad de la obra de arte sería exterior a la obra misma, siendo ésta, la obra de arte, un grado inferior o sensible deinteligibilidad, que la filosofía o la psicología vendrían luego a completar. Filosofía del arte, psico logía del arte, sociología del arte, etc. ¿cabe manera más contundente de ignorancia y menosprecio de lo que la obra en sí misma revela? Cuando Freud afirma que el artista está en las avanzadillas del discurso analítico, da la vuelta a la cuestión. No sólo es que una psicología del arte seainsuficiente y aberrante, sino que la obra de arte pone an te nosotros algo que la experiencia analítica va a desvelar por su cuenta: una discordan cia entre el decir y el dicho, entre el signifi cante y el significado, torsión primera que desemboca en esta otra más radical: la del mundo y su fundamento, la Ausencia, en suma, que inaugura el delirio de significa ción. Cuando hablo de la obra de arte,ha blo de lo que la constituye en obra: la hue lla encarnada de esa Ausencia. Por esa ra zón la obra de arte, quiero subrayarlo, no remite a otra parte, a otro lugar de signifi cación, convoca al silencio de la experien cia. Una experiencia convertida en produc ción de silencio, en silencio producido, en obra, no en inhibición, ¿no nos apunta ya a una experiencia de tinal de análisis? La interpretación es desacralización del oráculo. A ese lugar debe venir el silencio, puesto que no hay oráculo sin miedo. La obra de arte no remite a otra parle. ¿Quiere decir esto que se basta a sí misma? No lo creo, no se basta a sí misma, no es un saber autosuficiente, esotérico, es, en todo caso, un saber de su insuficiencia; si es un saber lo es de la pérdida originaria de signi ficación últimay definitiva. Un artista nun ca renuncia a la sorpresa, vive de ella. Tam bién el psicoanalista. Hablo de interpreta ción como psicoanalista. La interpretación en psicoanálisis no añade sino que resta, descompleta el ruido fantasmático de las significaciones. Si la interpretación abre al sentido, a un «nuevo sentido» (Lacan) es porque descompleta las identificaciones muertas con las que elsujeto ha tratado de completar esa vida desamparada que es la de un viviente que habita el lenguaje, de samparo que pretende remediar con la alie nación mortífera, sea en la rivalidad o en la inhibición. al otro. Por eso, la interpreta-
Rev. As(}('. Esp. NClIl'Opsiq.. 1996. vol. Xv. n.o 55. pp. 469-474.
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Francisco Perolo
COLABORACIONES
ción en psicoanálisis a la vez que descompleta es un corte. una separación. una sepa ración de la alienación al Otro y. por ello mismo. es también apertura al otro. no co mo Ideal ni como identificación. sino como causa del deseo. no como mismidad sino como heterogeneidad. El psicoanálisis sa be. puesto que trabaja el síntoma y su tor mento. que el sujeto tiene un resto inaliena ble que su función identificatoria no redu ce. El...
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