Psicologo

Los cien años de Angelina Acuña
Hay poetas que nacen y también las que se hacen.
Por: Silvia Tejeda
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[pic][pic]El próximo lunes 31 de enero cumple Angelina Acuña cien años. ¿Cómopuede calificarse la existencia prolongada e intensa de un ser privilegiado, que pasa por la vida prodigando poesía, belleza y un gran amor por Guatemala? No encuentro la palabra que pueda calificarlo.Lo claro y perceptible lo encuentro en mi corazón, porque desde la infancia le tengo mucho cariño y mucha admiración. Mi madre, Lucita Padilla Acuña, fue su prima hermana. La infancia de ambastranscurrió en los parajes de Jutiapa y Santa Rosa. Para quienes compartimos su apellido, Angelina es la estrella que lo proyecta y lo enaltece. Aunque ella es católica y devota de la Virgen del Rosario,nació, a la manera de los griegos, privilegiada por los dioses: bella, inteligente y con una percepción de la vida inusual. Su madre, doña Adela Sagastume, las entretenía leyéndoles poesía clásica ypasajes de la Biblia. Les enseñó a prestarle atención a todo lo que la naturaleza prodiga y que la mayoría no mira. Más de una vez, mi madre me contó, que en esos años vivieron una tragedia: El hermanode Angelina, que se llamaba Luis, fue apuñalado por un zapatero en una fiesta de pueblo.

En la casona de la hacienda El Silencio, no cabía la gente. Angelina, con sólo diez añitos, se subió en unasilla y expresó, desde el sentir de su niñez, la oración fúnebre más solemne por la muerte de un hermano. Sus primeros poemas fueron publicados en 1939, con el nombre de Ofrenda Lírica a Guatemala.Ganó el primer premio de los Juegos Centroamericanos. En el caso de Angelina Acuña es pertinente afirmar que los y las poetas nacen y se hacen. Autodidacta y muy estudiosa de las letras hispanas ylatinoamericanas. Trabajó como catedrática en los institutos Belén e Inca. Catedrática invitada en el Southern College, Florida. Editó y publicó las revistas literarias Reflejos y Espiral y, por más de...