Psicologo

LA PATERNIDAD RESPONSABLE

TEODORO LOPEZ

Son bien conocidos los términos en que el Papa Pablo VI definió el concepto de paternidad responsable en la Encíclica Humanae vitae . Es un concepto que debe ser considerado bajo diversos aspectos, legítimos y relacionados entre sí, y que, comprendido de manera adecuada, comporta responsabilidades muy concretas que los esposos deben asumir confidelidad. Pablo VI enunció esquemáticamente las lineas fundamentales del compromiso moral que lleva consigo la paternidad responsable. En síntesis estas líneas son las siguientes: la paternidad responsable exige conocimiento y respeto de los procesos biológicos que forman parte de la misma persona humana; comporta un dominio de las tendencias del instinto y de las pasiones por parte de la razón y de lavoluntad; en relación con las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales la paternidad responsable se pone en práctica ya sett con la deliberación ponderada y generosa de tener una familia numerosa, ya sea con la decisión, tomada por graves motivos y en el respeto de la ley moral, de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido . Supone, pues, esta decisiónun delicado respeto a la ley moral y, por tanto, una vinculación profunda con el orden moral objetivo cuyo fiel intérprete es la recta conciencia. Es cierto que las circunstancias que concurrieron en la génesis de la Humanae vitae explican que, de alguna manera, esta encíclica pueda ser considerada como una respuesta casuística a una cues, ,

1. PABLo VI, Humanae vitae, n. 10. 2. Ibídem.

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tión que en aquel momento se habla planteado, en algunos ambientes, en forma polémica. Quizá por eso a veces se ha dicho injustamente que el documento de Pablo VI puede adolecer de un tono negativo, de prohibición, como si se tratase de imponer unas normas o exigencias morales contrarias al pleno desarrollo de los auténticos valores humanos. Por estas razonescircunstanciales, pienso que, de acuerdo con la doctrina moral positivamente fundamentada en la Humanae vitae, vale la pena abundar en la presentación animosa de las exigencias morales de la castidad conyugal como garantía imprescindible de los auténticos valores de la persona humana. No sería, pues, aceptable la actitud de quien abordase el tema de la castidad conyugal, o más en concreto el sentido de lapaternidad responsable, prescindiendo de la respuesta de la Humanae vitae, pero tampoco seria correcta la pos-

tura, por lo demás muy cómoda, de quien pensara que la encíclica de Pablo VI hace innecesario o inoportuno todo esfuerzo por profundizar o desarrollar la doctrina sobre la base de la enseñanza tradicional allí recordada. En esta comunicación quisiera limitarme a indicar cómo las enseñanzas deJuan Pablo II contribuyen a una mayor profundización y desarrollo del concepto de paternidad responsable en alguno de los aspectos que éste comporta. En primer lugar, fijémonos en un punto de capital importancia: la respuesta de la Humanae vitae garantiza el pleno desarrollo de la libertad, puesto que se sitúa en la dirección de las tendencias más profundas del ser del hombre. Esto significa quelos esposos, en la obediencia a las exigencias morales que reclama la paternidad responsable, encuentra el camino certero para la

realización de su ser personal. Juan Pablo II ha hecho afirmaciones muy claras en este sentido: Las normas morales no luchan contra la libertad de la persona o de la pareja; por el contrario, existen precisamente de cara a esa libertad, toda vez que se dan paraasegurar el recto uso de la libertad. Quienquiera que rehuse aceptar estas normas y actuar en consonancia con ellas, quienquiera (hombre o mujer) que trate de liberarse de estas normas, no es verdaderamente libre. Libre, en realidad, es la persona que modela su conducta responsablemente conforme a las exigencias del bien objetivo 3 Esta enseñanza pontificia constituye una in.

vitación, un programa...