psicopatologia
Este libro indispensable nace de un sueño y de una realidad. De un sueño embriagante en tanto se propone capturar la atención de las nuevas generaciones de psicólogos y psiquiatras para interesarles por una psicopatología clásica -pues por clásica hay que tomarse la psicopatología de estirpe freudiana- y apartarles de este modo de la anticuadamodernidad, en cuyo lecho la bio-psiquiatría actual se solaza. De una realidad díscola, también, puesto que esta resistencia contemporánea se ha mostrado infranqueable desde hace al menos dos décadas y no da ninguna muestra de debilidad.
Frente a un discurso clínico empobrecido hasta un nivel que no había conocido la disciplina en sus dos siglos de existencia, donde el diagnóstico, o mejor dicho,el etiquetado, converge con la prescripción en un mismo gesto alienador, donde a lo sumo se sabe lo que tiene el paciente pero no lo que le pasa y donde se aprende a tratar las enfermedades psíquicas sin intentar conocer a las personas, se alza este texto como un monumento a la cultura psiquiátrica y a la sensatez.
El libro, por lo tanto, nace cargado de un gesto de rebeldía pero con unavocación docente decidida. Quiere transmitir, en el fondo, que la psiquiatría clásica se continúa en línea directa con la psicopatología de orientación psicoanalítica, prolongación que, a juicio de los supervivientes del ataque positivista, ha convertido el psicoanálisis en el síntoma de la psiquiatría. Toda la estrategia del discurso psiquiátrico actual está orientada a vaciar de subjetividad lossíntomas, para lo cual no tiene otra posibilidad que desentenderse activamente del discurso teórico psicoanalítico, tanto si quiere comprender a su estrecho modo la psicosis, como si quiere redefinir eso síndromes bipolares a los que se ha dado, en virtud de apetencias industriales y comerciales desmedidas, una entidad hasta ahora desconocida. Silencio que, por otra parte, no le es difícil de lograr, puescuenta con generaciones sucesivas de psiquiatras educadas en el mismo, y con propuestas psicoanalíticas a menudo confusas, mal transmitidas o cargadas de pretenciosidad.
Pues bien, nuestro lectores quieren interrumpir esta siniestra confabulación y demostrar la existencia de otra categorización de los síntomas y de otras vías comprensivas que retoman el talante histórico de la psiquiatría, yamuy alejada de sus angustias de legitimación pero aún acomplejada en cuanto le retiran la receta o se duda de la causalidad física.
El libro, generoso en su ilusión y fortaleza teórica, parte de una declaración de principios que los autores formulan del siguiente modo: "La obra que el lector tiene en sus manos explora y privilegia el determinismo inconsciente de los fenómenos descritostradicionalmente por la psicopatología, su causalidad psíquica, sus mecanismos patológicos específicos y la particular conformación clínica que el sujeto imprime a su malestar". Con esta intención de fondo diseñan un texto dividido en cinco partes muy específicas, donde cada autor da lo mejor de sí. Pues, si bien los capítulos no identifican a sus artífices por expresa voluntad de los mismos, los queconocemos a los creadores, e incluso disfrutamos a diario de su compañía, podemos distinguir en cada parte a quién corresponde la principal aportación de su autoría.
El libro arranca con una exposición de la Historia de la psicopatología, de sus fundamentos, conceptos, doctrinas y tendencias. La mano de José María Alvarez es aquí muy nítida. Conocedor como pocos -quizá como nadie- de los autoresclásicos, ya nos dejó un testimonio irremplazable de la Historia de la psiquiatría en su libro de 1999, La invención de las enfermedades mentales. En aquel estudio, que no tiene parangón en nuestro país y rivaliza con las mejores historiografías conocidas, nos dio cumplido ejemplo de la sucesión de las distintas corrientes psiquiátricas pero, en especial, nos descubrió su genealogía, el modo como...
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